Los traficantes ponen proa hacia España
Las mafias que trafican con vidas enfilan ahora hacia España, ante más fuertes controles en las costas italianas.
(ANSA) -Los traficantes de personas modificaron su ruta y enfilan hacia España, porque las partidas desde Libia hacia Italia están ahora más controladas.
Los inmigrantes desembarcan en los últimos días en mayor cantidad en España respecto de Italia, que registra una caída del 87% de los arribos, según datos de Frontex (agencia de la UE que gestiona el control de las fronteras de los Estados miembros) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El trayecto más letal sigue siendo el del Mediterráneo central si bien hubo una disminución de la mortalidad: se registraron más de 1.100 muertos este año. La OIM puso, como es habitual, negro sobre blanco respecto de las cifras de la inmigración hacia Europa. Y por primera vez señaló una inversión de tendencia, en línea con la restricción italiana de arribos.
En los primeros siete meses de 2018 poco más de 18.000 refugiados desembarcaron en las costas españolas, respecto de los 17.800 que habían partido de Libia hacia Italia. Por su parte, Frontex relevó de manera todavía más clara que existe una drástica reducción de los arribos en Italia, el 87% menos en junio en un año, 3.000 refugiados en total, mientras que en España se registró un aumento del 166%, que equivale a 6.400 arribos.
En este modificado escenario sufre especialmente Andalucía, donde los sindicatos de policía denunciaron la falta de medios y de coordinación para hacer frente a los arribos -700 solo durante el último fin de semana- y a la superpoblación de los centros para menores en las ciudades costeras.
La cantidad total de los desembarcos, sin embargo, están en neta disminución respecto de los que se produjeron en años anteriores. En 2018, por ejemplo, llegaron a Europa casi 51.000 refugiados por vía marítima, o sea, alrededor de la mitad respecto al año anterior. Y s redujo a la mitad la cantidad de ahogamientos. Esto se debe incluso al mayor compromiso de las autoridades libias para patrullar el mar y filtrar a los miles de migrantes que llegan desde Africa central. Con el apoyo económico de la UE, y de Italia en primer lugar, incluso en términos de facilitación de medios y asistencia a la guardia costera. El fortalecimiento de los controles en Libia, y más recientemente la política de puertas cerradas de Italia, pero también de Malta, obligó de hecho a los traficantes de personas a cambiar de ruta en el Mediterráneo y dirigirse hacia el oeste, en dirección a España. Y teniendo en cuenta que ya no se puede contar con el socorro de las ONG, entonces se desempolvarán los viejos barcos, más robustos que los botes de goma utilizados en los últimos años.
Varios de ellos, no por casualidad, se hundieron en las últimas semanas, con decenas de muertos, a pocos kilómetros de las costas libias. En suma: se trata nuevamente de llegar directamente a Europa.
Y por miserables que sean, es probable que los barcos pesqueros tengan más posibilidades de llegar a destino.
