México: a un año de los sismos, la herida sigue abierta
Todavía hay gente que vive en las calles o en campamentos y que jamás recibió ayuda, admite Protección Civil.
Un año después de los catastróficos terremotos que sacudieron a la capital mexicana y otros 10 estados, con 471 muertos y 12 millones de damnificados, la herida causada por el furioso cataclismo aún no cierra.
"Todavía tenemos gente en la calle y viviendo en campamentos. Por lo tanto, la emergencia no ha terminado", señaló Myriam Urzúa, designada jefa de Protección Civil del gobierno de la ciudad que asumirá en diciembre.
Solo el 12% de los monumentos históricos han sido restaurados, miles de personas no recibieron aún ayuda para reconstruir sus viviendas y un número incierto de niños siguen recibiendo clases en aulas provisionales.
Más de 52.000 menores de 18 años siguen sin hogar y 444.000 no volvieron a la escuela o tienen graves obstáculos para continuar con su aprendizaje en los estados de Oaxaca, Puebla, Morelos y Ciudad de México, estimó la ONG Save The Children.
En los últimos 12 meses, en esos estados al menos 96.573 menores de edad "siguen bajo condiciones inseguras en sus casas que aún registran daños parciales", de acuerdo con cifras oficiales.
El peor sismo en un siglo se registró el 7 de septiembre de 2017, de 8,2 grados, en Chiapas y Oaxaca, sur, que dejó 102 muertos.
Doce días después, se registró otro de 7,2 grados en la capital y los estados vecinos de Puebla y Morelos, que arrojó 369 fallecidos.
Paradójicamente, dejó más víctimas éste último, registrado cuando se cumplían 32 años del más devastador terremoto del siglo XX, que arrojó unos 20.000 muertos, la mayor parte en la Ciudad de México y derrumbó unos 400 edificios.
Un año después el recuerdo de la tragedia es más fuerte que nunca, los reclamos de los damnificados persisten, pues si bien hubo pocos muertos, quedaron sin techo unas 250.000 personas, mientras las tareas de reconstrucción se desarrollan con lentitud.
Ante ello, los expertos advierten con cada vez mayor fuerza la necesidad de estar siempre preparados para un nuevo temblor de gran magnitud y, aunque se avance en entender estos fenómenos, persisten muchas interrogantes.
La jefa del Servicio Sismológico Nacional, Xyoli Pérez, dijo a ANSA que "cada sismo nos trae nueva información, pero también genera nuevas preguntas, de hecho más de las que teníamos".
Una franja importante de las costas de Guerrero, sobre el Pacífico, registra una gran acumulación de energía desde hace más de 100 años en la que no ha habido algún movimiento, y actualmente es estudiada por científicos mexicanos y japoneses.
Existe la teoría de que la energía se estaría liberando a través de los llamados "sismos silenciosos", señaló la científica.
"Los resultados de estos proyectos empezarán a aparecer en los próximos meses o en 2019", dijo pero agregó que un artículo publicado este verano advierte que "quizá se está modificando el ciclo sísmico".
Por lo pronto, recomendó a los mexicanos que habitan en zonas vulnerables "informarse mejor y entender más estos fenómenos en todos los niveles, desde la sociedad hasta la ciencia, pasando por tomadores de decisiones y diseñadores de política pública". "Necesitamos construir mejor y no me refiero a los que construyen casas y edificios. Creo que ahí hay mucha ingeniería puesta en práctica, sino más bien a los que construimos casas, habitaciones o edificaciones pequeñas", indicó.
Heriberto Esquivel, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, afirmó a ANSA que no se requiere hacer más estrictas las reglas de construcción, para evitar nuevos derrumbes de edificios o viviendas en caso de un terremoto futuro.
Sin embargo, expuso que se deben "tomar en cuenta algunos otros parámetros que no se habían considerado como la cercanía de los sismos que pueden impactar en la Ciudad de México y el tipo de onda que puede incidir en las estructuras".
Por lo pronto, a 12 meses de la tragedia doble del fatídico septiembre de 2017, propuso "revisar todas las estructuras" por pequeñas que sean y que las personas se "acerquen a los especialistas" para verificar que "estén sanas Y si llega el embate de otro sismo pueda resistirlo".
