En Chile crecen los pedidos de renuncia del jefe de Carabineros
Cada vez más voces se alzan contra el general Mario Rozas como responsable de las violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas especiales de esa institución.
A raíz del fallecimiento de un manifestante el viernes a la noche en plaza Italia, epicentro de las movilizaciones contra el presidente Sebastián Piñera en Santiago de Chile, cada vez se alza más una ola de voces que reclaman la renuncia del director de Carabineros, el general Mario Rozas.
Mientras tanto, las acusaciones contra el oficial por ser responsable de las violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas especiales de la institución también llegan desde los opositores Partido por la Democracia (PPD) y Partido Socialista (PS).
Los hechos que hicieron detonar el descontento contra el uniformado, además, incluyen el episodio por el cual una funcionaria de salud fue baleada mientras ayudaba al hombre que sufrió un infarto cardiorrespiratorio, Abel Acuña, aparentemente por el exceso lanzamientos de gases lacrimógenos.
Todo esto sucedió menos de 24 horas después de que el gobierno y la oposición rubricaran un acuerdo de paz tendiente a llamar a plebiscito para decidir el dictado de una nueva Constitución, en busca de derogar la actual de 1980, confeccionada durante la cruenta dictadura comandada por el general Augusto Pinochet.
En este contexto, el PPD comunicó: "Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, fundamentalmente con el derecho a la libre expresión y a la manifestación pública".
Y pidió además "una profunda y rigurosa investigación de todas las violaciones a los derechos humanos, en especial aquellas ocurridas a niños, niñas y adolescentes, y a las mujeres de nuestro país. Demandamos verdad y justicia, y reparación integral a las víctimas".
A la par, el PS exhortó al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, para que se "asuma su responsabilidad ante el descontrol policial. Nada justifica las violaciones a los derechos humanos".
Igualmente se hizo eco de la solicitud de renuncia de Rozas, "por el total descontrol de las fuerzas especiales de la institución".
Remarcó asimismo que "no es un caso aislado y constituye un hecho en extremo grave" lo ocurrido con la muerte de Acuña y la denuncia del Colegio Médico acerca de una agresión de Carabineros al personal que atendía al manifestante fallecido.
"Pareciera que los efectivos de Fuerzas Especiales carecen de un mando que enmarque su accionar dentro de los límites del estado de derecho", alertaron los socialistas, para señalar que "el gobierno debe entender que la paz no se construye con balines ni mutilaciones de chilenas y chilenos".
Por su parte, la jefa de Derechos Humanos de Carabineros, coronel Karina Soza, indicó que esa institución también estudia el deceso de Acuña como una medida de transparencia, más allá de la investigación judicial del Ministerio Público.
Además llamó a analizar todo el contexto de los hechos, porque "personal policial estaba operando en situaciones adversas" y "más de mil personas estaban efectuando actos de violencia y el vehículo policial estaba siendo atacado", según le manifestó al canal noticioso 24 Horas.
"Nuestro personal respondía el ataque de bombas molotov. Estábamos siendo atacados y nuestro personal estaba operando sin visibilidad producto de los rayos láser", se explayó.
De todos modos no se refirió al estudio del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile que reveló que la composición de los perdigones que usan los carabineros en sus procedimientos es del 20% de goma y del 80% de plomo, sílice y sulfato de bario.
