Macri ya tiene a su "superministro"

El gobierno argentino de Mauricio Macri coronó a su primer "superministro" que desde hoy coordinará a nueve ministerios bajo su ala y será el encargado de negociar con el FMI, aplicar un nuevo ajuste y llevar las riendas del rumbo económico.    

Todo el poder estará en manos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de 51 años, hasta ahora uno más en el equipo económico de la Casa Rosada y que estaba bajo la coordinación de la jefatura de gabinete.    

Su rol hace acordar a muchos argentinos al todopoderoso exministro de Economía, Domingo Cavallo, padre de la paridad del peso/dólar y la ola de privatizaciones y políticas neoliberales de los años 90 que llevaron al país a su peor crisis social y económica en 2001.    

Por ello desde el gobierno hacen todo lo posible para quitarle a Dujovne el mote de "superministro" con el que se conoció a Cavallo.    

El cambio producido en el área económica "no lo transforma (a Dujovne) en un superministro", sostuvo el jefe de gabinete, Marcos Peña. Su dependencia era hasta ahora la encargada de coordinar a los ministros del área económica a través de sus subordinados más cercanos, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.    

Pero ahora Dujovne tendrá todo el poder. El ministro no es una persona muy conocida entre los argentinos. Hasta antes de asumir su cargo a fines de 2015 conducía un programa de TV en el Canal Todo Noticias del Grupo Clarín. Incluso se lo conoció más por las críticas que suscitó el hecho de que tenga la mayoría de sus ahorros en el exterior, aunque declarados ante el fisco, en medio de reiterados llamados de confianza a los argentinos y a los inversores extranjeros.    

El perfil bajo del ministro hasta ahora se recostaba en el hecho de que, al asumir a fines de 2015, Macri dividió el ministerio de Economía en dos (Hacienda y Finanzas) y decidió que nadie actuaría como cabeza del plan económico.

Pero la última corrida cambiaria que llevó el dólar al récord de 25 pesos con el consecuente rebrote inflacionario, un fuerte "tarifazo" en los servicios públicos y una situación social cada vez más compleja, llevó al gobierno a hacer un cambio de timón y concentrar el poder económico en una sola persona.    

Por lo pronto Dujovne viajará mañana a Washington para profundizar las negociaciones con el FMI para abrochar un controvertido préstamo por 30.000 millones de dólares, en medio de una fuerte caída en la imagen de Macri, duras críticas de la oposición y crecientes reclamos sociales y sindicales.    

Dujovne deberá moverse de ahora en más entre cuatro ejes bien definidos: reducción del déficit con la aplicación de un nuevo ajuste que afectaría en especial a la obra pública; apuntalar el debilitado crecimiento económico; buscar apaciguar el rebrote inflacionario (con proyecciones que llevan el índice anual a 25% frente a una meta oficial del 15% para este año), y controlar la ejecución presupuestaria.    

Este último punto lo llevará a coordinar todos los gastos de los 9 ministerios, además del suyo, que estarán bajo su órbita: Ellos son Finanzas, Transporte, Trabajo, Interior, Producción, Agroindustria, Energía, Turismo y Modernización.    

En medio de este difícil panorama económico, el jefe de gabinete, Marcos Peña, destacó hoy la "necesidad de llegar al equilibrio fiscal, y entender que el equilibrio fiscal, la baja de la carga tributaria, lograr desterrar la inflación, tiene que ser algo que trabajamos todos los días para poder trabajar en el eje que es muy importante, que es cómo nos organizamos para generar empleo privado de calidad".   

Y concluyó: el acuerdo negociado con el FMI "ratifica que somos nosotros los que estamos a cargo de nuestro destino en términos de las decisiones que podemos tomar, del rumbo que queremos recorrer, y que el mundo es socio potencial, para ayudarnos. No van a resolver nuestros problemas pero tampoco lo van a perjudicar. No hay conspiraciones mundiales tratando de perjudicarnos", aseveró.