¿Qué pasará con el anhelado bono salarial de fin de año?

Con la sostenida recesión que vive la Argentina, comenzó la discusión sobre si las empresas pueden afrontar ese pago extra y qué actitud tomarán los gremios si no lo logran.
lunes, 18 de noviembre de 2019 · 16:31

Como una paradoja impensada cuatro años atrás, el colapso generado por las políticas económicas implementadas por la actual gestión de gobierno logró que empresarios y trabajadores unificaran criterios en cuanto a un tema sumamente sensible que llega cada fin de año: la posibilidad de pagar un bono compensatorio para paliar en algo la situación.

En esta ocasión, las promesas de una verdadera recuperación brindadas por un nuevo gobierno nacional que arrancará el 10 de diciembre han templado los ánimos de ambos lados de las mesas de negociación, con el resultado de que, mientras la Unión Industrial Argentina (UIA) avisó que a sus asociados les resulta muy difícil abonar esa ayuda en forma extendida, los sindicatos de trabajadores nucleados en la Confederación General del Trabajo (CGT) comunicaron que no harán reclamos generalizados ya que solamente pedirán que lo paguen los sectores económicos que puedan hacerlo y para los asalariados más caídos en desgracia.

Este panorama “positivo” de concordancia en medio de tantos y tan graves inconvenientes representa una carga menos para las espaldas del presidente electo, Alberto Fernández, y lo ayudaría a concretar definitivamente el tan mentado pacto social necesario antes de que el fusible que marca el límite del desentendimiento estalle por los aires.

Una de las señales en ese sentido fue lanzada desde el círculo gremialista a través de la CGT, Héctor Daer, aparentemente uno de los que más se identifica con el líder del Frente de Todos, cuando aseguró que cada sindicato analizará la posibilidad de exigir ese anhelado plus.

Del otro lado del mostrador, José Urtubey, referente de la UIA, graficó que las firmas de su sector tienen serios inconvenientes para afrontar ese adicional, que serviría en muy poca medida para compensar el poder de compra desaparecido a manos de un costo de vida que está alrededor del 50% en el último año.

En ese sentido, igualmente se declaró partidario de evaluar las chances de cada actividad en particular para pagar ese extra salarial.

Y todos –Fernández incluido– coinciden en fijar la prioridad de "mejorar el poder adquisitivo de los sectores más postergados".

Daer, asimismo, no deja afuera del asunto que estas complicaciones se viene arrastrando desde el cobro del último bono a raíz de la sostenida recesión.

E indicó: "Hay gremios que van a cobrar los últimos 5.000 pesos el año que viene. Va a trascender diciembre porque lo han pautado en distintas modalidades".

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