La columna política de Diario Uno

lunes, 23 de abril de 2018 · 00:00

Cornejo, figurita del espectáculo por un día

Sigue a full. El gobernador centralizó la escena nacional con el tema tarifas y llegó a un sorprendente acuerdo con La Cámpora.

por Andrés Gabrielli para diario Uno

El camino viene trazado desde lejos, como lo detalla esta misma columna: se trata, para Alfredo Cornejo, de trepar la montaña lo más alto posible en esta etapa.

Luego se verá, cuando llegue el momento del descenso, de ajustarse el mejor paracaídas.

Para la trepada en curso, Cornejo pone en acción todo su bagaje de gobernador y de presidente nacional de la UCR. También su larga experiencia de operador político.

Por encima de semanas anteriores, el gobernador mendocino volvió a ser figura en la mayoría de los medios porteños por el candente tema de las tarifas, en especial la del gas.

Antes, había llamado la atención por sus críticas contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren. Ahora, por acercarle al presidente Macri una propuesta para aliviar la situación de los contribuyentes.

El jueves, día de la reunión con Macri, Aranguren y Peña, el gobernador desplegó, desde temprano, su impresionante raid mediático, con un vértigo digno de una estrella del espectáculo al destapar una olla: Longobardi, Nelson Castro, Mónica Gutiérrez, Novaresio, Nicolás Wiñazki, Luciana Geuna, Fantino... fueron algunos de sus entrevistadores.

Lo cual indica que había logrado acaparar la atención con un asunto de fuerte impacto popular. Y que el operativo, amplio, influyente, estaba minuciosamente calculado.

Mérito de un avezado constructor de agenda, sin un Durán Barba soplándole por encima del hombro.

Alfredo-Anabel, un solo corazón

Corroborando el título de esta misma columna, el domingo pasado A full: Cornejo nacional, provincial y municipal, el mandatario siguió jugando sus fichas en las ligas mayores y menores sin descuidar ninguna.

En Buenos Aires, le levantó al precio a la UCR metiéndose en un tema "de la gente" como las tarifas. En Mendoza, realizó una maniobra de fina perspicacia política y de largo alcance institucional.

Al cerrar su acercamiento con la líder local de La Cámpora, la senadora Anabel Fernández Sagasti, comprometiéndose ambos a que avancen reformas en la Justicia como el juicio por jurados yla ampliación de la Corte, produjo un terremoto de intensidad encapsulada.

Es encapsulada porque interesa a la feligresía partidaria y a un puñado de comunicadores, pero no produce olas en la opinión pública. Masivamente es algo que no se comprende, pese a su relevancia "republicana".

Hoy, como constató la consultora Reale/Dalla Torre, los temas que más preocupan a los mendocinos son la inflación (esto incluye tarifas), la inseguridad, el desempleo y la educación, en ese orden.

Por ende, Cornejo y Sagasti tienen campo libre para hilvanar asocios de mutua conveniencia, que asombran, eso sí, a los desprevenidos.

Primera sorpresa: ¿cómo se entiende que La Cámpora haga un acuerdo de racionalidad política cuando a nivel nacional hace exactamente lo contrario, es decir, oponerse a toda iniciativa del Gobierno?

"Porque aquí Cristina no está. Y porque los jóvenes mendocinos (Fernández Sagasti, Ilardo, etc.), que nunca se fueron del PJ, tienen mucha más cintura política y, por ende, más vocación de poder y de proyección propia que los talibanes que rodean a la expresidenta en Buenos Aires", es la explicación de sus allegados.

Los beneficios son innegables a dos puntas. El Gobierno puede conseguir su ansiado proyecto sobre la Corte. Y el camporismo puede demostrar, ante la ciudadanía, que sirve para cosas mejores que estar tirando piedras todo el tiempo.

Para esto último, cuenta con cuadros fogueados como Omar Parisi y Jorge Tanús en la Legislatura. Este último justifica la Operación Justicia con una propuesta cara a su ideario y al del radical Juan Carlos Jaliff: que los nuevos integrantes de la Corte sean elegidos, de ahora en más, por una mayoría especial en el Senado, es decir, por los dos tercios de los votos, con lo cual la última palabra quedará en manos de la oposición.

El romance entre Alfredo y Anabel es, pues, el dato relevante que enciende este otoño que no se decide a desalojar el verano.

Un nuevo desafío para el PJ

El peronismo mendocino, mientras tanto, suma un nuevo dolor de cabeza a su complicada coyuntura.

No quiere hacer demasiada alharaca pública, pero despotrica, en la intimidad, contra estos flamantes e inesperados Socios del Desierto.

"Cornejo ya había jugado para La Cámpora en las PASO, aportándoles su encuestador personal y recursos de campaña. Hace este tipo de picardías que, a la larga, se pagan, se te vuelven en contra", remarcan.

Respecto de "estos muchachos" de La Cámpora, tienen poco para decir. No les darán la conducción de Diputados como pretendían y hasta se evalúa una separación de bloques. Será algo así como separar la paja del trigo, para que la gente sepa quién es quién. Para sacárselos de encima.

Agrupaciones internas como Construir Puentes señalan, a modo de resumen: "No vamos a apoyar parches que la política pretende poner sobre la Justicia con métodos impositivos y autoritarios".

Son, a esta altura, rencillas de un amor imposible.

Al PJ le cuesta, hoy, hallar argumentos que despierten pasiones.

Mientras no los tenga, el idilio entre Alfredo y Anabel seguirá siendo la historia de la temporada.

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