Nuevas caras en medio de la tormenta

viernes, 18 de mayo de 2018 · 07:00

Por Marcelo López Alvarez

Una de las noticias de la semana quizás no se pueda encuadrar estrictamente en el mundo vitivinícola, sino en el más amplio de la producción regional, la que sigue atravesando uno de los peores momentos que le pueda tocar.

Esta semana la Federación Económica de Mendoza, después de un proceso muy caliente y silencioso, logró un consenso para renovar sus autoridades con lista única. La gran novedad es que después de muchísimos años de que la conducción era casi monopolizada por el sector comercio, ahora la pelota pasó para el lado de la producción. El tunuyanino Alberto Carletti quedó al frente de una mesa donde los nombres más vinculados a la producción regional pisarán más fuerte.

La movida de la Federación empresaria más importante de la provincia no es un dato menor, en un clima espeso de relación con los funcionarios nacionales y provinciales desde todos los sectores de la actividad económica relacionados a las pymes, la producción y el comercio.

La lista de reclamos es interminable como ya comentamos alguna vez y nadie está seguro de si algunas de las tantas promesas brindadas en las mesas de competitividad y las reuniones sectoriales se cumpliran.

Ya entrando estrictamente en lo vitivinícola, el clima está lleno de nubarrones -incluso para adentro del sector- entre los que dejan todavía la puerta abierta a alguna esperanza en la relación con los gobiernos y los que comienzan a ponerse más duros y exigir respuestas. Temas como el tarifario o el programa de lucha contra la lobesia botrana, terminaron de quebrar la relación.

Como advertimos la pasada semana, la buena noticia de la cosecha alta en número y calidad podría traer en breve malas noticias para los primeros eslabones de la cadena. En una reunión oficial de una corporación donde están agrupadas la mayoría de las entidades vitivinícolas, el representante premiado del gobierno provincial la pasó feo, un prestigioso dirigente vitivinícola multipremiado y que siempre es mencionado para saltar a la arena política, fue el que arrancó con los duros cuestionamientos a las políticas que llevan adelante los gobiernos nacional y provincial para el sector.

Envalentonados después, se sumaron varios de los productores que reclamaron los meses de negociaciones que se llevan sin obtener ninguna respuesta en ninguno de los temas más importantes. Costos, tarifas, lobesia etcétera. En rigor de la verdad, algunas entidades salieron que a poner paños fríos y el clima se tranquilizó. Pero quedó claro que los tiempos se agotan.

El próximo desafío que vendrá para las entidades y los gobiernos es tomar medidas para contener el precio. En un mes o mes y medio el problema va a aparecer, la caída de consumo y la buena cosecha generarán, cuando se termine de elaborar, un stock de 8 o 9 meses es decir, un sobrestock equivalente a 2 o 3 meses, que tirará los precios para abajo y podría empeorar aún más la situación agobiante de los productores.

Como siempre hay luces y sombras en una industria tan cosmopolita como la vitivinicultura, las luces esta semana vinieron del monitor de exportaciones de la Fundación Mediterránea. Según el estudio de las 17 cadenas regionales, hay 4 que concentraron el 58% de los dólares totales generados en el primer trimestre de este año (USD 1.197 millones) de ellas, la primera es la cadena vitícola con 201 millones de dólares, un 18% del total.

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