De no creer pero hay gente a la que no le gusta el Mundial

viernes, 15 de junio de 2018 · 07:00

Por Laura Romboli

Especial para MendoVoz

Es una vez cada cuatro años, y con solo decir eso todos saben de que hablamos. Esa pasión que despierta a la mayoría y que -por un mes- en una especie de tregua no habrá grieta y todos tendremos la misma camiseta.

Hace meses estamos preparándonos para este momento: publicidades vendiendo emoción, vos comprando esa tele para disfrutar y buscando la camiseta que quedó guardada allá arriba y al fondo del placard.

Debo decirte algo un poco difícil de comprender : hay personas que no les gusta el fútbol. Seres humanos que sufren, padecen y resisten a ese sentimiento que no puede parar.

Son buenos mortales, tienen corazón aunque tal vez un poco distraídos; son duros de contagiar esa pasión pero tienen toda la voluntad a beneficio. A medida que Argentina avance en el torneo se irán convirtiendo. Para eso falta mucho (ustedes lo saben y ellos también).

Son mirados raros y ellos viven con ganas de ser comprendidos. Son valientes e impunes. Son capaces de armar una salida en plena agenda de cuartos de final sin saber porque es tan importante ese día. Lo viven de una manera distinta, pero a base de sacrifico se hace esta vida, y bancarse al compañero de trabajo que le pegó el calendario en la pared y tacha todos los días con una cruz al grito: “¡Vamos carajo, que falta poco!” no ha sido fácil. Como ver a tu hijo, a cualquier hora, del día deambulando por la casa con la mirada desencajada murmurando: “Faltan 2 días para que juguemos” como una letanía.

No todos la tienen tan clara. Una amiga, en un Mundial, la pasó mal gritando el gol de los uruguayos porque pensó que eran los nuestros. Ya le avisamos que jugamos con la negra…

Hay personas en la calle en este momento -mientras usted lee estas líneas- en un café preguntándose con quien juega Argentina mañana. ¿Por qué no?

¿Quien no tiene una tía, madre o esposa que a viva voz dice que le encanta ir de compras cuando juega la selección porque tiene todo el supermercado para ella? ¿Vamos a dejar de quererla por eso?  Claro que no

Y las que de los nervios, en plena franja de tensión, comentan: “¡Qué lindo ese arquero!”, “¡Qué chiquito es Enzo!”, “¿Pitana es un nombre?” o “¿El de los tatuajes en el brazo quién es?”. ¿Le dejaremos de hablar? Por supuesto que no

¿Quién no conoce a un rugbier esforzándose por parecer que saben de fútbol y si jugamos con Perú se vienen con la de River puesta?¿Dejará de ser nuestro amigo? Obvio que no.

Y hay más: existen quienes no se ríen con las anécdotas de Óscar Ruggeri. Tolerancia, por favor…

No es fácil que te caiga un Mundial y no estar preparados. Pero no olvides que también son personas y si los ves por la calle deciles que esto también pasará y volverá en cuatro años.

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