Debates y preocupaciones que crecen

Por Marcelo Lopez Alvarez

Especial para MendoVoz

En estos tiempos de la vitivinicultura y la economía, la agenda se ha achicado muchísimo. Las preocupaciones se renuevan sobre los mismos temas que ajustan los cinturones de productores y bodegueros.

Como pasa en todas las actividades, los primeros eslabones de la cadena son los que más sufren la tensión por una simple razón: no tienen a quién transferir para abajo esa tensión. El martes pasado,  la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas tuvo una fuerte participación en la audiencia pública por el aumento de uno de los componentes de la tarifa eléctrica.

El Gerente de ACoVi, Nicolás Vicchi, planteó claramente que ya no hay espacio para más aumentos de tarifas en la economía de los productores primarios y que hay que comenzar a discutir la carga impositiva que tienen las tarifas energéticas y prácticamente todos los insumos. La mayoría de las entidades están decididas a mostrar más activamente sus problemas, que como hemos venido contando semana a semana, no decrecen sino que aumentan.

Como se suele decir, las malas rachas también traen consigo algunas tempestades, en este caso algunas tormentas, a la crisis la acompañan debates y discusiones internas en el sector que hace unos años atrás eran impensadas.

Una de estas discusiones es la brecha entre la vitivinicultura de elite y la que da sostén a la industria, la de la masividad y el mercado interno. Esta semana con la publicación del ranking de Wine Advocate  de Robert Parker, el tema surgió nuevamente en las charlas.  No caben dudas que fue una gran noticia para la imagen y promoción del vino argentino en el difícil mercado de media y alta gama internacional, pero no es menos cierto que de eso poco llega en beneficios a la inmensa mayoría de los productores, que son los que sustentan la inserción social y cultural de la vitivinicultura.

También es usual que desde ese alto nivel se trasladan hacia abajo, con el tiempo, avances en las tecnologías y calidades de producción, pero son procesos largos en una coyuntura además complicada sobre manera. Tan compleja, que a la mayoría de las entidades que agrupan los distintos sectores de la cadena les está costando ponerse de acuerdo en la lista de temas a plantear en una posible reunión con el nuevo Ministro de la Producción e integrantes del Gobierno Nacional.

Las esperanzas de encontrar respuestas en las autoridades nacionales a su vez se desvanecen, en los corrillos se comentó intensamente los pormenores no publicados de la reunión de la Mesa de Enlace con el Presidente de la Nación, donde hubo tranquilidad para el sector agroexportador primario con la confirmación de que no se volverá atrás con las retenciones, pero no hubo ni una señal positiva para las economías y producciones regionales, sino más bien todo lo contrario.

Estamos a apenas dos años del 2020, el año fetiche del famoso Plan Estratégico Vitivinícola, y se empieza a discutir y hablar del tema y a ensayar algunos balances prematuros, pero que serán motivo de próximas entregas.