300 palabras: ¿Ilusiones o esperanzas?
por Guillermo Giaquinta especial para MendoVoz
Inevitable.
Diciembre. Final de un año.
Cierre de un ciclo?
Comienzo de un nuevo tiempo?
Balances obligatorios?
Qué culpa tendrá el almanaque?!?!?!
Ojalá fuera así!
“Si un médico me diera 6 meses de vida,
mataría al médico para que un juez me dé 25 años de cárcel”
A mí me parece que el almanaque no tiene nada que ver
con la forma en que nos pasa el tiempo por adentro.
El aburrimiento, la alegría, el rencor, el entusiasmo, las ganas, la soledad,
el amorrrrr y tanta otra cosa que nos atraviesa de pies a cabeza,
ni se enteran de qué día es hoy.
Pero bue. Año nuevo, vida nueva (¿?)
A renovar las esperanzas!
Ojo. Las esperanzas, no las ilusiones.
Son dos cosas muy diferentes.
Esperanza: Estoy en la parada del ómnibus y espero que pase un ómnibus.
Ilusión: Estoy en la parada del ómnibus y espero que pase la limusina que viene con Madonna adentro, tres bellas étnicas, champagne y me inviten a subir.
Todo bien con las ilusiones. No están prohibidas.
“De ilusión también se vive” te dicen, para no decirte pobre iluso.
El tema o, peor, el problema es cuando te comprás al pedo una frustración
o un fracaso por llenar tus expectativas con ilusiones.
Escuchaba, sin querer, a una mujer de unos 60 años, decir que no podía sacarse el enojo de adentro y que esa rabia la estaba enfermando porque ella se había casado con la ilusión de que fuera para toda la vida y… no fue así!!!
Dicen que como uno verbaliza, piensa y siente.
Que la cosa no es lo que te sucede sino lo que vos te decís de lo que te sucede.
Propongo: decretémonos nuevos tiempos cuando se nos dé la gana y
renovemos la esperanza sin ser ilusos.
Al almanaque, dejémoslo para los vencimientos.
