300 palabras: Facebook a la mendocina

viernes, 19 de junio de 2020 · 08:04

Por Guillermo Giaquinta especial para MendoVoz

Dicen que la cultura comenzó cuando el hombre empezó a enterrar a sus muertos y a nombrar sus tumbas.

Velas más, velas menos. Lápidas o mausoleos. Pirámides, Taj Mahales o fosas comunes, la cosa no ha cambiado mucho en los últimos 80 mil añitos.

La idea es la misma: decir a los demás “estos son mis muertos” porque a ellos ya no podemos decirles más nada.

“Si no saliste en los fúnebres del Los Andes, todavía estás vivo”, decía en los ´90 un directivo del diario que sacaba cuatro carillas sábana con fúnebres por domingo y muchísimas más si el finado era un médico, un bodeguero o un político. Una cosa muy mendocina que, en esa magnitud, no se daba en ningún otro diario del país.

Esta tradición necrológica parece que ahora ha pasado al Facebook.

Casi todos los días, algún mendocino postea el deceso o el aniversario de la “partida” de algún familiar o amigo.

Hasta ahí sería solo un fúnebre online, solo un paso del papel a la red.

El tema es que el medio no se presta mucho para eso. Antes del fúnebre pueden haber posteado, en el mejor de los casos, un chiste y después también. Sumale la confusión de los “me gusta”. Pero bue...

Lo realmente curioso es el estilo “elegía” del texto: ¡va dirigido al muerto!

Le cuentan cosas cotidianas. Suben fotos. Le dicen cuánto lo extrañan y tanta otra cosa, como si el exviviente tuviera una cuenta activa.

Una interpretación liviana podría ser que los consuela hacernos saber a todos cuánto lo querían y cuánto lo siguen queriendo.

Otra podría ser que piensen, realmente, que ese texto en la red va a ser leído por sus muertos. No sería una locura sino una cuestión de creencias.

Locura sería que les manden un WhatsApp y se queden esperando las dos tildes azules.

Todo bien. La muerte fue, es y será negada por el bien de nuestra salud mental (¿?).

(Espero que a ningún gracioso se le ocurra abrir una cuenta con el nombre del finado y empezar a chatear “desde el más allá”).