Panorama vitivinícola: La esperanza en medio de la tragedia
por Marcelo López especial para MendoVoz
El día después es un cúmulo de interrogantes y dudas. ¿Cómo reaccionará el mercado? ¿Quién quedará en pie? ¿Cómo serán los nuevos consumidores? ¿Qué se deberá producir? ¿En qué condiciones se hará?
Se pueden buscar algunas aproximaciones a respuestas pensando y estudiando el hoy e imaginando cuáles pueden ser las reacciones de la sociedad ante instintos básicos como el miedo y la incertidumbre que llevan a los humanos -para nosotros consumidores- a reaccionar de maneras más o menos predecibles.
A eso se dedicó el Observatorio Vitivinícola Argentino a partir de un trabajo presentado esta semana que pretende analizar en profundidad el hoy para ver el mañana.
El trabajo analizó las variables para los principales mercados de exportación que representan el 26% del total de vino vendido, y la composición de canales para el mercado doméstico (74% del total de las ventas de vino argentino).
El Observatorio asegura que, desde el inicio de las restricciones por cuarentena, se comenzó un proceso de reactivación y refuerzo de las plataformas de comercio electrónico para responder a la demanda generada por el confinamiento y amortiguar la caída de las ventas en sus respectivos canales, básicamente el canal On Trade o canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafés).
Para que el lector comprenda los términos en los que trabaja el mercado básicamente son dos canales: uno, el On trade o canal Horeca haciendo referencia al mercado de botella abierta, es decir, consumo en el lugar de compra y que es el canal más afectado desde el inicio de la cuarentena. El otro gran segmento de ventas es el canal Off trade o botella cerrada, siendo los principales jugadores aquí los hipermercados, supermercados y autoservicios (canal moderno) y los almacenes y negocios minoristas (canal tradicional), al que de alguna manera ahora se suman las tiendas virtuales y las ventas directas de las bodegas desde sus páginas web y carritos electrónicos.
Argentina vendió en 2019 unos 1.200 millones de litros, de los cuales un 26% (315 millones) tuvieron como destino mercados externos y el 74% (885 millones) se comercializaron en el mercado interno.
En los principales mercados del exterior, la forma de venta bien disimiles en Estados Unidos se vende el 78% a través del off trade, un 20% en el on trade y el 2% mediante venta directa al consumidor. En cambio, en el Reino Unido, el 93% de los consumidores de vino declaran consumir en el canal on trade, no obstante, el volumen vendido a través de este canal se encuentra en el rango de 20% a 30%. Por lo que resulta una estructura muy vulnerable a la pandemia, lo propio ocurre con China con un 70% de ventas a través del on trade, pero tiene un importante desarrollo del canal on line que alcanza el 18% del volumen de vinos comerciados.
En el mercado interno un 15% del vino comercializado en 2019 (130 millones de litros) se vendieron por el canal on trade, en tanto que el 85% fue vendido a través del canal off trade. Los porcentajes cambian cuando se considera el valor de las ventas, dado los mayores precios promedio de venta del vino básicamente en restaurantes y hoteles y lleva su participación al 32%.
O sea que el volumen del mercado interno aún se podría ver favorecido por las circunstancias de la pandemia que evidentemente eleva las ocasiones de consumo dentro del hogar.
Queda ahora en la inteligencia de la industria y de las instituciones de promoción y difusión sacar agua de la piedra que significó el coronavirus y su incidencia en la economía y la producción mundial.
La realidad es que de una tragedia nace una oportunidad que si es aprovechada puede dejar una marca para un reverdecer de una industria postergada y por sobre todo muy golpeada.
