Ferrari, borrón y cuenta nueva

Tras haber sido objeto de todas las burlas por el bochorno que protagonizó en el Gran Premio de Estiria (Austria) el domingo, Ferrari busca dar vuelta la página y enfocarse en la posibilidad de revancha en Hungría.

Aunque sigue abierta la herida por el nuevo papelón que involucró al alemán Sebastian Vettel y al monegasco Charles Leclerc en plena largada dejándolos a ambos fuera de competencia, el equipo italiano optó por dar vuelta la página. "Después de lo sucedido en Spielberg es bueno tener la posibilidad de salir a pista de inmediato", reconoció Vettel, quien disputa su última temporada con Ferrari mientras define su destino en la Fórmula 1.

El diario alemán "Bild" apunta a su posible paso a la futura escudería Aston Martin en 2021, cuando Racing Point adoptará el nombre de la lujosa marca de la automotriz británica.

Según el mismo periódico las conversaciones ya se iniciaron lo cual permitiría descartar de antemano que Vettel esté evaluando tomarse un año sabático y anticipa la partida del mexicano Sergio Pérez, que tuvo un bueno inicio de temporada.

El piloto "azteca", de 30 años, tiene un contrato con una cláusula de rescisión que puede ejecutarse hasta el 31 de julio y sería quien parta del equipo pues el canadiense Lance Stroll es hijo del propietario de la mayoría del paquete accionario.

"Las negociaciones (con Vettel) ya están en marcha, pero no será fácil que lleguen a un acuerdo", advierte el "Bild", pero Otmar Szafneur, jefe del equipo, se mostró "entusiasmado" ante el posible arribo del cuádruple campeón mundial.

Vettel, se decía, evaluaba retonar a Red Bull, con el que logró sus cuatro coronas, para ser compañero del holandés Max Verstappen, quien ya anticipó no tener ningún problema aunque tuvo algunos duelos calientes en pista con el alemán.

Duelos bastante más entendibles que los que Vettel y Leclerc reavivaron en Spielberg, aunque al parecer ambos dieron por cerrado ese capítulo y están enfocados en el Gran Premio de Hungría que se correrá este domingo.

Antes de ponerse en marcha el campeonato en Austria, el jefe del equipo italiano, Mattia Binotto, advertía que los ajustes efectuados a la SF1000 después de aquellos primeros ensayos de pretemporada desalentadores se verían recién en Hungaroring.

Así espera que suceda Vettel, quien sobre este trazado dijo: "Somete a los pilotos a un importante esfuerzo físico porque son pocos los tramos en los cuales es posible relajarse y son muchas las curvas".

"En general, además, cuando se corre el Gran Premio las condiciones climáticas suelen ser de altas temperaturas", agregó al afirmar que será "extraña" la ausencia de aficionados en las tribunas porque "aquí Ferrari tiene muchos fanáticos".

Leclerc, quien asumió la responsabilidad por aquella maniobra difícil de explicar en el arranque del Gran Premio de Styria y se disculpó, también parece dispuesto a dejar atrás lo sucedido y a intentar recuperar el terreno perdido.

"No veo la hora de salir a pista. Hungaroring me gusta mucho porque es un circuito muy técnico, pero con muchos puntos en los cuales cualquier error se paga caro", destacó el monegasco que aseguró que "Budapest es una de mis citas preferidas".

En cuanto a los posibles errores, Leclerc explicó que cobran particular trascendencia en la "clasificación, donde te ves obligado a realizar un giro perfecto" para no perder milésimas de segundo vitales.

"Espero poder darle una alegría a los fanáticos de Ferrari que nos mirarán por televisión", promete el monegasco, aunque esos mismos aficionados seguramente se conformarán con que no repita lo hecho el pasado domingo.

Sin dudas esa también es la aspiración de Binotto, quien no quiere revivir situaciones ya vividas en la temporada anterior y apuesta a lograr una mejoría en la tercera cita de la temporada como anticipaba antes de comenzar el campeonato.

"Somos conscientes que el nivel de la máquina no está a la altura de las expectativas. Ni de las nuestras, ni de la de los aficionados, pero estamos trabajando en todos los aspectos para mejorar lo antes posible", admitió.

"El objetivo este fin de semana es tan simple como cantado: sumar la mayor cantidad de puntos que sea posible y para ello debemos ser perfectos en cada área, desde la preparación de las máquinas al trabajo en pista, incluidos los pilotos", advirtió.

"Este circuito es muy distinto al de Spielberg y estamos ansiosos por verificar cuál será el comportamiento de las máquinas en una pista donde la carga aerodinámica es fundamental", destacó Binotto.

"Tenemos que preparar a fondo la clasificación y hacer una buena gestión de los neumáticos porque los sobrepasos en Hungría son mucho más difíciles tradicionalmente de lo que lo son en Austria", completó.