La voz del pueblo hecha canción

Hace dos años se conformó la murga Negros Sudakas, uniendo a Godoy Cruz y Maipú. En la nota te contamos su historia.
viernes, 19 de enero de 2018 · 11:00

Hace dos años un grupo de amigos del barrio La Estanzuela, de Godoy Cruz, se reunieron con ganas de hacer una murga, de decir lo que piensan, de transmitir alegría, de darles voz a los vecinos y así fue como nació en principio Che Sudaka para luego convertirse en Negros Sudakas.

“La murga se inicio a fines de 2015 y principio de 2016, empezamos a tocar y éramos un grupo de amigos que siempre tuvimos las ganas de hacer una murga. Antes en el barrio había una murga, que por problemas se terminó desarmando, quedó muy mal vista por los vecinos y ese fue un gran desafío para nosotros de que la gente nos aceptara”, contó a MendoVoz, Javier Urquiza, integrante de la murga Negros Sudakas.

“Un amigo compró unos pocos instrumentos y empezamos a ensayar en el parque San Vicente y a aprender. Corrimos la voz de que estábamos formando la murguita y cayeron a los ensayos murgueros de otras agrupaciones que llevan muchos años en esto y nos enseñaron un montón, y con esa ayuda comenzamos a entender, a tocar, a transmitir y poder armar nuestro espectáculo”, continuó Javier.

A esta murga barrial la conforman un total de 15 y 20 personas, de 10 a 30 años, aunque también hay bebés, hijos de los murgueros, que ya se suman a este género músico-teatral.

Todo lo realizan de corazón y sin fines de lucro, porque su objetivo es darle un mensaje al vecino, “lo que sentimos día a día”, tal como lo expresa Javi.

 

La fusión

“Nos enteramos de que había una murga en Coquimbito, de Maipú, en el barrio Castañeda, llamada Más negros que la noche y era solo un cuerpo de baile y no tenían percusión, cosa que sí teníamos nosotros. Nos pusimos en contacto y nos juntamos, encontramos muy buena onda entre nosotros, y empezamos a ensayar y a aprender juntos, siempre con la ayuda de otros murgueros”, comentó Urquiza, quien toca el bombo con platillo.

Respecto a la experiencia de esta fusión, Javier dijo: “Gracias a Dios pudimos armarnos bastante bien, se armó una muy linda familia. En Mendoza se siente mucho el calor y la amistad del murguero, acá son muy unidos y eso te ayuda a progresar, a ser compañeros, a comunicarte y darle un mensaje al vecino. De eso se trata, de criticar con alegría. Es como dicen, la murga es arte callejero que se comparte. Se transmite una energía que es muy linda”.

El nombre actual de la agrupación es Negros Sudakas y es el resultado de la unión de Che Sudaka por el lado de los godoicruceños y Más negros que la noche, por los maipucinos.

 

Cumpleaños N°2

El sábado la murga celebró sus dos años de vida con un espectáculo realizado en las calles del barrio La Estanzuela, de Godoy Cruz, con la participación especial de las murgas Baldosas Flojas, Sendero Luminoso, Salto la Patada y la banda Andrajosos. “Quiero agradecer a los chicos de las murgas y de las bandas que participaron y a la Municipalidad de Godoy Cruz por ponernos el sonido y el escenario”, manifestó Javier.

“El festejo fue hermoso -agregó-, los vecinos se sumaron y preguntaron dónde ensayamos y todo eso, fue un logro que el vecino se haya acercado. Nos quedamos sorprendidos, los vecinos salían aplaudiendo”.

Matías Videla, vecino del barrio, contó cómo vivió el festejo: “La verdad que hablar de murgas en el barrio La Estanzuela llegó a ser bastante complejo por los estigmas que dejó el pasado, por esto, tiene un doble valor lo que han generados los chicos de la murga Negros Sudakas, ellos no solo han hecho que el barrio más grande de Latinoamérica vuelva a hablar de murgas con alegría, sino que además trajeron el carnaval.

“Lo que vivimos el sábado fue impresionante, murgas jóvenes divirtiéndose sanamente, familias enteras, desde niños hasta abuelos disfrutando de unas presentaciones de muy alta calidad. La verdad que solo nos queda llenar de elogios a los jóvenes que llevaron adelante estas celebraciones y como vecino felicitarlos por su aniversario número dos”.

 

Un mundo de aprendizaje

Javier explicó qué significado tiene para ellos la murga: “Lo lindo es transmitirle al vecino la alegría de la murga y poder verlo contento porque hace bastante que no pasaba esto en el barrio. Nos puso muy feliz que el vecino se acercara el sábado porque no esperábamos a tanta gente, ese fue un desafío superado, porque si alguna vez estuvo mal vista la murga, el sábado pudimos demostrar -con murgueros de toda Mendoza- que el vecino del barrio La Estanzuela está feliz y que los niños bailaron junto a nosotros”.

“La murga siempre trata de darle voz al pueblo, contar y expresar los problemas de los vecinos. Cuando no hay un coordinador en la murga -como en nuestro caso-, la palabra de cada murguero vale y es difícil escuchar al otro, entonces se arma una gran familia donde aprendés a escuchar al otro y a ver lo que le pasa y tratar de cambiarlo con una sonrisa. Te abre mucho la mente”, continuó.

“Realmente hemos crecido bastante, es muy difícil poder llevar adelante una murga porque somos muchos y cada opinión vale entonces es muy difícil llegar a un acuerdo por eso es tanto el aprendizaje dentro de la murga, crecés como persona y como artista. Aprendés a bailar y a tocar un instrumento. Cuando empecé, por ejemplo, no tenía idea de un instrumento y hoy puedo hacerlo y transmitir mis pensamientos”, dijo Javier.

 

Vamos todos a ensayar

Los ensayos son los días jueves en el parque San Vicente, de Godoy Cruz, a partir de las 19.30 y los lunes a la misma hora en el parque Metropolitano, de Maipú.

“El que se quiera sumar que sea con ganas de compartir y buena onda, ganas de aprender, porque compañerismo hay de sobra. Nosotros somos una murga barrial de gente humilde y buena, y la idea es transmitir lo que pasa en el barrio”.

La próxima presentación será el sábado 3 de febrero en el polideportivo de La Estanzuela para ayudar a Soledad Soldán, una joven que padece una enfermedad terminal.

 

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