Quejas por escuelas que no están en condiciones

Ayer comenzó el ciclo lectivo 2018 en medio de una gran polémica por el paro convocado por el SUTE. Desde el Gobierno aseguraron que el acatamiento había sido sólo del 4% pero desde el gremio docente insistieron que fue de alrededor del 30%.

Pero más allá de esta discusión, hay padres que no pudieron mandar a sus hijos a clases por el estado en el que se encuentran algunos establecimientos educativos que están siendo intervenidos por el Gobierno provincial. Tal es el caso de las escuelas Guillermo Cano y Tito Laciar, de Guaymallén.

Cortaron la calle

El lunes por la mañana, padres y alumnos cortaron la calle frente a la escuela Guillermo Cano, ubicada en las calles Pellegrini y O’Brien, de San José, en reclamo de mejoras en la infraestructura edilicia.

Puntualmente, se quejaron por los problemas que tienen los baños, la humedad que tiene el edificio y porque las obras de reparación no terminaron en los plazos acordados.

“Somos padres de distintos turnos, de distintos grados, y nos hemos obligado a hacer este reclamo porque ayer (por el domingo) hubo una reunión donde se nos informó el estado en el que estaba la escuela. La escuela tiene humedad, está en pésimas condiciones. El niño no puede habitar la escuela, hay obras de reparación que se están haciendo pero no se han cumplido en el plazo que tendrían que haberse cumplido, porque el niño no puede estar tomando clases y el obrero trabajando ahí mismo”, se quejó una de las madres autoconvocadas.

Situación indignante

Por otro lado, también hubo malestar de padres, docentes y alumnos en la escuela Tito Laciar, con sede en la calle Silvano Rodríguez, de Villa Nueva.

Si bien en ese establecimiento comenzaron las clases, la comunidad educativa afirmó que el edificio no está en condiciones ni habilitado para funcionar. Los padres aseguraran que sólo están habilitadas cuatro aulas. Además, “el patio está lleno de escombros y los chicos no pueden salir a ese espacio, es una situación indignante”, comentó la mamá de un alumno.

Por su parte, Graciela Cardinale, secretaria gremial del SUTE en Guaymallén, dijo en un medio radial que “al colegio asisten 600 chicos entre los dos turnos y ante la falta de aulas, los alumnos asisten según un cronograma, algunos esta semana van tres días y la semana siguiente dos”. También resaltó que la escuela está sin luz y no se puede habitar y que los docentes no tienen baños en condiciones y deben compartirlos con alumnos y obreros. Desde el Gobierno les dijeron que iban a llevar baños químicos pero hasta ayer no habían llegado. "No están dadas las condiciones para que los niños estén ahí", añadió Cardinale.

No hay edificios alternativos

En tanto, el subdirector de Mantenimiento y Reparaciones de Escuelas, Emilio Pastorino manifestó que están cambiando todo el techo en el edificio de Villa Nueva y la obra durará por lo menos cuatro meses. "La empresa está trabajando. Obviamente se genera incomodidad. No va a estar lista en menos de cuatro meses. Tendremos que juntarnos con los padres para explicarles la forma en la que vamos a trabajar”, dijo.

Sobre la escuela Cano, Pastorino comentó que también está en obras. “Se hizo un cerco para dividir las obras y los chicos, a partir de charlas con los padres y los directivos. La escuela está desocupada dos meses y el tiempo de recambio de un techo de esa magnitud es superior. Ya estaba planeado empezar las clases con las obras en simultáneo. Tenemos 64 escuelas con obras en el techo, unas diez están listas, hay unas 30 en las que se está trabajando y el resto están por iniciarse. No tenemos donde llevar a los chicos. Hay un promedio de 500 chicos por escuelas. No hay edificios alternativos", afirmó el funcionario.