Cuando ayudar es el objetivo principal

En medio de esta sociedad de consumo, en la que parecen primar siempre los intereses personales, existen quienes se animan a marcar la diferencia y hacer el bien solo por la satisfacción de ayudar a los demás.

Es el caso de Sebastián Nebot, un joven de 30 años oriundo de Guaymallén, que se acercó hasta la Cooperativa del barrio Santa Ana (COBSA) para realizar una donación desinteresada a alguna institución que lo necesitara. Así fue como Susana Videla, la presidenta de la cooperativa, le sugirió el jardín Nº0-007 Maestra Luisa Carrera. Allí hablaron con la directora Sandra Saromé, quien manifestó que lo que anhelaban era tener un televisor para poder trabajar con herramientas audiovisuales con los pequeños que concurren al jardín.

Por este motivo, Sebastián se reunió con otros jóvenes solidarios y recaudaron fondos para comprar un SmarTV, que donaron esta semana al establecimiento educativo ubicado en el barrio Santa Ana.

“Estoy en la comisión del Banco Credicoop y desde ahí trabajamos con uniones vecinales, centros de jubilados y cooperativas. En este caso, conocí a Susana, trabajamos en un par de cosas juntos y estábamos buscando una escuela que tuviese alguna necesidad”, comentó Sebastián a MendoVoz.

El jardín Luisa Carrera es muy completo pero le faltaba alguna herramienta tecnológica para poder enseñar a través de material audiovisual. “Estamos muy felices porque no tenemos televisor y los chicos necesitan incorporar la tecnología en el sistema educativo que hoy tenemos”, expresó la directora. Al establecimiento asisten 265 niños entre el turno mañana y tarde.

Por su parte, la presidenta de COBSA, Susana Videla dijo: “La cooperativa es la madrina del jardincito y nos enteramos que necesitaban un televisor. Tengo mucha alegría por haberme encontrado con Sebastián, hemos hecho lindas cosas juntos”.

Un lugar de contención para los abuelos

Entre las acciones más ejemplares de este joven, se destaca su participación activa en un comedor del barrio Escorihuela, donde funciona la unión vecinal del lugar. Allí cocina, sirve y alimenta a 30 abuelos los 365 días del año.

“Con ellos celebramos Pascua, Navidad, todo. Son como una familia para mí. Son 30 abuelitos que van todos los días, cada uno con su situación particular. Hay algunos que están totalmente solos porque han sido abandonados por sus familias. Allí no solo comen, sino que tienen un lugar de contención”, sostuvo Sebastián.

“Yo siempre digo que a los adultos mayores hay que escucharlos porque como sociedad muchas veces los excluimos y ellos transmiten mucha sabiduría”, agregó.

Sebastián tiene un gimnasio pero pasa más tiempo dedicándose a ayudar a los demás porque es lo que lo hace sentir bien. “Me considero un dirigente social porque estoy en los barrios, con la gente, tratando de dar una mano. La solidaridad consiste en no dar lo que sobra, sino lo que la gente necesite, y es lo que intento hacer. Para mí el trabajo solidario es fundamental”, cerró.

Además, este joven colabora activamente en un merendero del barrio Nueva Esperanza y con otras entidades benéficas.

Quienes deseen colaborar en esta admirable tarea pueden acercarse al comedor ubicado en la calle Canadá y Adolfo Calle del barrio Escorihuela, o comunicarse a través de Facebook: Sebas Nebot. Se necesitan ollas, utensilios de cocina y alimentos no perecederos, entre otras cosas.