Por riesgos de derrumbe demolieron la bodega Toso

La antigua y emblemática construcción ubicada en San José tuvo que ser derribada para garantizar la seguridad de los vecinos.
viernes, 3 de noviembre de 2017 · 07:00

El año pasado, Guaymallén fue noticia en los medios mendocinos por varios derrumbes sorpresivos en sus construcciones. El más problemático fue el ocurrido en un galpón de la calle Bandera de los Andes, de San José, que dejó como víctimas fatales a una joven madre y su pequeño hijo.

Por ese motivo, las autoridades municipales elaboraron un detallado listado con las construcciones en riesgo en el departamento e intimaron a los propietarios a demoler las estructuras para prevenir accidentes. Tal es el caso de la antigua bodega Pascual Toso, ubicada en la calle Alberdi, entre Toso y Godoy Cruz, del distrito San José.

El edificio databa de 1890 y sus paredes interiores estaban muy deterioradas. MendoVoz se acercó hasta el lugar para dialogar con los encargados, quienes comentaron que “la demolición de la bodega la pidió la Municipalidad debido a que las paredes estaban agrietadas y quería evitar todo tipo de riesgo”. Esta disposición se tuvo en cuenta, además, porque frente al edificio hay una escuela y una permanente circulación de alumnos, padres y docentes en la zona.

Ante la consulta de lo que se hará posteriormente en el terreno, informaron que “por el momento no se va a construir nada. Solo se sacó el techo y se bajaron los muros a cuatro metros”.

Por su parte, el director de Obras Privadas del Municipio, Miguel Valentini, manifestó que se les pidió a los dueños de la bodega que realizarán el procedimiento de demolición porque “se debían garantizar las condiciones de seguridad”.

Quien recorra la zona notará que la fachada de la bodega aún sigue intacta. Lo que se ha derribado son solo los muros interiores, que eran los que revestían gravedad.

 

Más de 300 edificios inseguros

Valentini informó que “Guaymallén tiene más de 300 construcciones en riesgo y con un decreto similar al de la bodega Toso. Algunos propietarios han tomado medidas y otros no, y es donde el Municipio interviene”.

Asimismo, dijo que la Comuna ha demolido este año, con recursos propios, unas 20 viviendas. Y respecto de las que aún están pendientes agregó: “Hay algunas que están habitadas y se convierten en un riesgo mayor; por eso, se han pasado esos casos a la Justicia para que intervenga y brinde una solución”.

Pero la disyuntiva radica aquí en que muchas familias no tienen dónde vivir si les quitan ese techo. Tendrá que intervenir el Gobierno provincial para dar una solución integral que satisfaga a todas las partes y no tener que lamentar una nueva fatalidad.

 

 

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