En primera persona, el horror de la explosión en Guaymallén

MendoVoz dialogó con Miguel Ángel, uno de los vecinos que residía en el complejo que sufrió una explosión.
miércoles, 6 de junio de 2018 · 07:00

La vida está cargada de momentos, algunos que dejan marcas difíciles de borrar y nos acompañan de por vida. Quizás este sea uno de ellos, por lo menos para un grupo de vecinos de Guaymallén que vivió el horror de cerca y hoy, a días de la explosión, agradecen haber sobrevivido para poder contar esta historia.

Días atrás, en un complejo de 33 departamentos, ubicado en la calle Correa Saa al 128 (Guaymallén) se produjo una falla en el suministro de gas del departamento tres, del primer piso, que ocasionó una explosión que podría haber acabado con la vida de varias personas que residían en el lugar.

La explosión provocó graves daños en el complejo de departamentos de San José y hasta en construcciones vecinas. Afortunadamente solo se registraron dos heridos, el morador de la vivienda que estalló (Ariel Renna, 44 años) y un niño que fue alcanzado por esquirlas. Además, las primeras determinaciones técnicas indican que la propiedad presenta riesgo de derrumbe y los vecinos no han podido ingresar para retirar sus pertenencias (salvó elementos básicos) y aún se encuentran aguardando las indicaciones de Defensa Civil.

En un contexto por demás desolador, Miguel Ángel Maimone (42 años) uno de los inquilinos del lugar dialogó con MendoVoz y relató el horror que atravesó por aquellas horas en compañía de su pequeño hijo de tres años. Ambos fueron despertados abruptamente el fatídico día por una onda expansiva que les aventó la ventana junto al marco de su habitación encima.

“Pensé que todo se nos venía abajo, se movía absolutamente todo, creí que era un terremoto inigualable porque en el momento no recuerdo haber escuchado el ruido de la explosión”, comenzó su relató el vecino del departamento 22, que por fortuna del destino se encontraba ubicado en el segundo piso del lugar y sufrió daños de consideración menor.  

Miguel Ángel continuó: “Es un milagro poder hoy contar lo que vivimos y que no haya que lamentar víctimas fatales, realmente en lo único que pienso es en poder sacar mis pertenencias del lugar y mudarme lo más rápido posible”.

“Ha sido una desgracia con suerte, las autoridades nos han brindado contención y se hicieron presente, como también la inmobiliaria que nos dio una compensación económica para afrontar estos días. Hoy -por el pasado martes- comenzaron a apuntalar el edificio los chicos que hacían mantenimiento en las instalaciones. Pero particularmente, la escalera que da a mi edificio no está en condiciones y de casualidad pude subir para sacar algunas pertenencias de valor pero tengo todos mis bienes ahí, ni siquiera he podido retirar un colchón y mucho menos el auto”, comentó el vecino.

Luego, y en virtud de algunos trascendidos sobre las posibles causas de la explosión del departamento tres, Maimone quiso hacer expreso que “descarto la posibilidad de que este vecino -Ariel Renna- se haya querido suicidar. Yo le daba clases de guitarra y es una persona que no demostraba ningún indicio de este tipo, vivía una vida normal y alegre. Estoy seguro que es algo erróneo y habrá sido una falla, él solo se estaba recuperando de un accidente que había sufrido hace un tiempo atrás”.

Sin lugar a dudas, la vivencia de este vecino de San José eriza la piel y lejos está de ser algo pasajero. En definitiva, los inconvenientes para Miguel Ángel y el grupo de vecinos que residía en ese lugar están lejos de cesar ya que deben diagramar de cero sus vidas, buscar nuevas viviendas -o volver a habitar aquellas en las que residían-, rescatar sus pertenencias y lidiar con el trauma de haber salvado sus vidas de milagro.