Salvador Tari, un siglo de vida y un ejemplo para la comunidad
Don Tari cumplió 100 años y lo celebró junto a vecinos de San José, familiares y autoridades.
Con motivo de celebrar sus 100 años de vida, vecinos, familiares y autoridades municipales le brindaron un cálido y sentido homenaje a Salvador Tari por su gran aporte a la comunidad de San José. El festejo fue en el salón de la Unión Vecinal Villa Barón, fundada por él en 1948 con la colaboración de las familias Rizzo, López y Huésped.
El intendente Marcelino Iglesias aprovechó la oportunidad para hacerle un reconocimiento a don Tari –como todos lo conocen- en nombre de la Municipalidad de Guaymallén. Así, destacó la labor y la voluntad que tuvo para salir adelante como pionero del barrio.
“Es un honor y una buena costumbre reconocer la trayectoria de aquellos que hacen grande al departamento. A Tari lo conocí hace varios años y de alguna manera estuvimos ligados. Seguí su trayectoria, y quería brindarle este profundo y sentido reconocimiento”, expresó el jefe comunal.
Además, la comisión directiva de la Unión Vecinal Villa Barón aprovechó la ocasión para declararlo Ciudadano Ilustre por su “inigualable compromiso, respeto y humildad con la comunidad”.
Querido y respetado
Salvador Tari nació el 18 de agosto de 1918 en Fray Luis Beltrán. Su infancia y su juventud transcurrieron en Palmira, donde junto a sus padres y sus 11 hermanos se desempeñó como obrero en la viña.
En 1945 decidió abandonar ese pueblo para trasladarse a Villa Barón, una porción de terreno sin luz y sin agua en Guaymallén. Pero esto no fue motivo para que perdiera el entusiasmo. Don Tari reconoció que las ganas de crecer y tener un techo lo movilizaron. Por eso, con su familia y los pocos residentes de la zona comenzaron a levantar una por una las casas en el lugar.
De esa forma, en compañía de los vecinos Rizzo y López, soñó en formar un espacio que permitiera el desarrollo de la comunidad, y esa visión fue concretada en 1948, cuando fundó la Unión Vecinal Villa Barón.
En un primer momento se trasladaba de hogar en hogar para poder organizarse, hasta que la familia Huésped donó un terreno. Cada domingo, los habitantes se reunían allí para edificar la sede actual, emplazada en Las Heras 519 de San José.
Salvador continúa viviendo en la casa que construyó en 1950. La gente lo define como “una persona querida y respetada, que siempre tiene palabras de apoyo para quienes siguen adelante en la unión vecinal”.
