La admirable lucha de un músico contra su enfermedad

Marcelo Mastroinani es famoso en el mundo artístico porque más allá de llamarse como el legendario actor italiano, supo tocar con Coldplay (¡nada menos!) y grabó temas con Karamelo Santo. Si bien fue baterista durante 25 años, una discapacidad lo obligó a cambiar de instrumento y hoy pone sus fichas en el piano y voz. Y dentro de ese plan, el sábado presentó en la Biblioteca Almafuerte de Guaymallén el videoclip de la canción La fatal arrogancia, su primer trabajo como solista.

Su historia

Marcelo sufre una enfermedad degenerativa con la que lucha a diario para que no lo aleje de su pasión, hacer música a través de baquetas y bombos. “Esta alteración de la médula espinal puede provocar una pérdida de sensibilidad y/o de movilidad. A veces se pone muy difícil. Enfrento constantemente problemas de salud”, dijo el músico.

Es que Mastroiani tiene una lesión en la médula que le provoca, cada vez, tener menos motricidad, por lo que su trabajo es realmente admirable y destacado por sus colegas.

“Estoy pasando el momento más difícil de mi vida. Estoy perdiendo mucha motricidad y no tengo vergüenza de decirlo, por eso dejé la batería. Estoy haciendo muchos tratamientos. Cada seis meses me operan de un riñón, y así me lo mantienen. Tengo una lesión de médula que acarrea otros problemas”, explicó.

Nuevo disco

Pero esas condiciones no han sido impedimento para presentar su nuevo trabajo. Ahora Marcelo está abocado en la grabación de un nuevo disco. 

Mientras presentó en público su nueva canción, en la que, según él mismo explica que habla “de la vida, la muerte, amor y tiempo”. En tanto está preparando otras presentaciones en distintas municipalidades y también en la Legislatura provincial.

“El material que estoy grabando letrísticamente y musicalmente va por el rock indie. Estoy experimentando sonidos, intentando hacer algo nuevo. No se si me va a salir. La idea es sacar el disco en abril o mayo. Tendrá nueve canciones y va a apuntar al desarrollo personal y emocional”, adelantó el músico.

Para ello ha trabajado directamente con Luis Carlos Sánchez Ricoveri, un artista venezolano que toca varios instrumentos, mientras Marcelo se encarga del piano y la voz. Además, el videoclip se creó junto a Mauro Gatier, la asistente fue Gisel Indovino y la actriz es Paula Ljunborg. “Tengo que agradecer a la fundación Santa Elena, que está bancando el videoclip y algunas otras canciones”, recordó Marcelo. 

Luego, comentó: “Creativamente estoy bien en mi vida. Estoy resentido por el cambio brusco que tuve, de pasar de la batería al piano. Es todo un cambio, empezar de vuelta. Estudiar y empezar. Es tiempo, mucho tiempo”.

En ese sentido, Marcelo prefiere por ahora no hacer vivos y todo su material lo vuelca a sus canales, redes sociales, en Instagram o Youtube, donde se lo puede buscar con su nombre. “Los que me quieran ayudar, que se suscriban”, lanzó entre risas.

Marcelo es, sin dudas, un ejemplo de superación, que transforma la adversidad en oportunidades, ya que a pesar de la severa lesión medular que padece desde que nació y que le quitó la movilidad de sus piernas, logró potenciar sus brazos y consagrarse como baterista. Sin embargo, actualmente su patología le impide seguir tocando la batería con la frecuencia necesaria, por lo que eligió el camino de la voz y el teclado.

Ahora aprovechará la presentación del videoclip para hablar de su presente musical, sus historias de batallas ganadas y el anhelo de superación constante.