En San Martín y Perón está la obra interminable

Las obras de remodelación de esa esquina siguen demoradas y los vecinos siguen sufriendo robos y olvido municipal.
viernes, 13 de abril de 2018 · 07:00

A fines de febrero de este año, MendoVoz se reunió con un grupo de vecinos que se autoconvocaron para dar a conocer los problemas que estaban viviendo. El malestar radicaba en el estado de la intersección de las calles San Martín y Perón, un problema de larga data, ya que las obras de asfalto y saneamiento se encontraban paralizadas. Sumado a eso, los moradores alertaron sobre el robo de materiales de construcción distribuidos en la zona y la falta de respuesta oficial desde el Municipio comandado por Daniel Orozco.

“Hemos perdido la cuenta del tiempo que lleva esta obra sin terminar y de lo único que tenemos conocimiento es que el presupuesto de la compañía constructora se terminó y que la Municipalidad no se hace responsable”, comenzó diciendo Alejandro García, vecino del lugar por ese entonces.

Está claro que el estado de la calzada les está generando numerosos inconvenientes a estos lasherinos que sienten que sus reclamos no son escuchados.

Hoy, el problema sigue igual.

Es cierto que en el lugar hay algunas máquinas excavadoras y algunos obreros pero nada ha cambiado: el paisaje sigue idéntico y los vecinos ya pasaron del enojo a la resignación.

“La verdad es que sentimos que nos están tomando el pelo. Después de la nota que publicaron ustedes (por MendoVoz) vinieron obreros y empezaron a mover un poco todo. Eso nos puso contentos pero pasaron los días y volvió todo a la normalidad, es decir sin casi nada de acción” destacó un vecino dueño de una bicicletería que cada vez tiene menos clientes.

“Además, se nos han tapado las acequias con los escombros y está lleno de larvas de mosquitos que pueden generar cualquier infección, empezando por el dengue. Estamos entregados y ya no sabemos a quién quejarnos”, agregó.

“Acá ya no se trata de que no hay dinero: esto es una tomada de pelo. Las responsabilidades se las pasan de Municipio a Provincia y de Provincia a Nación, y nadie da una solución, nadie sabe quién es el responsable”, sostuvo Lucía Gómez, otra de las vecinas consultadas.

Lo cierto es que el lugar está lleno de tierra en suspensión, de aguas estancadas, de pocos obreros y mucha decepción de los vecinos que, además, se sienten muy inseguros y se nota por el aumento en la cantidad de robos.

Desde el ámbito municipal, se manifestó que se está trabajando en el lugar para solucionar los problemas lo antes posible.

 

Valorar noticia