"Trabajar con las abejas es mi cable a tierra"

Tras la celebración del Día Mundial de la Abeja, la apicultura local Soledad Accordinou habló sobre la actividad.
viernes, 29 de mayo de 2020 · 15:00

En el marco del Día Mundial de la Abeja, que se celebró el pasado 20 de mayo, la apicultora lasherina Soledad Accordino enaltece el trabajo de la apis mellifera (una subespecie de abeja doméstica) en su departamento y destaca el rol de la mujer en una profesión donde la mayoría son hombres. 

Soledad tiene un apiario en El Algarrobal, parte del legado que le dejó su papá, un apicultor de raza que la introdujo en este mundo donde la mayoría son hombres. “De a poco se ha ido abriendo el mundo de la apicultura a las mujeres, ya que una de las limitaciones que tiene la profesión es que hay que hacer mucha fuerza, y estar en el campo no es fácil. Pero hoy cada vez se suman más y cada una va teniendo su estrategia para poder trabajar, como usar alzas más pequeñas”.

Yo nací en el mundo de la apicultura, y además de ser un legado es un hobby que me apasiona. Es un cable a tierra ir al campo, conectarme con los animales y poder trabajar cuidando a las abejas, respetando su mundo y sus tiempos”, manifestó la lasherina.

Respecto a la posibilidad de crear conciencia sobre la importancia que tiene este insecto productor de miel, explicó. “Además de la miel, los productos que podemos obtener de la colmena son el polen, que es multivitaminas; proteínas, oligoelementos, aminoácido, jalea real, que la usan mucho los deportistas; y propóleo, que se usa como antiséptico. También hay subproductos, como la hidromiel, que es como vino a base de miel; cervezas y otros derivados”.

“Para nosotros esta celebración es muy importante, porque es reconocer el esfuerzo que hace nuestra pequeña apis por el mundo, manteniendo la flora, produciendo alimento y polinizando para que las plantas produzcan alimentos”, remarcó la apicultora, que junto a sus colegas del departamento están nucleados en el Consejo Asesor Apícola de Las Heras (Calha).

En 2017, la Municipalidad declaró de interés departamental a la actividad apícola, mientras que la abeja está adherida a la Ley de Fauna: “La gente cada vez está tomando más conciencia sobre lo que es la abeja, antes le tenía más miedo y la mataba. Pero ahora hay una mayor conciencia ambiental y éstas leyes ayudan mucho”.

La temporada se inicia entre septiembre y octubre, que es cuando las abejas empiezan a labrar la cera para juntar el néctar y producir la miel. A partir de diciembre se espera entre un mes o mes y medio para cosechar ese marco, que es sacarlo de la colmena. Ahí se lo lleva a la sala de extracción y comienza todo el proceso. Ese marco se centrifuga, cae la miel y se envasa.

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