De escuelita de fútbol a club deportivo

La escuela deportiva Eva Perón sigue creciendo gracias al apoyo de la comunidad y en con el fin de trabajar por los más pequeños.
viernes, 18 de octubre de 2019 · 07:00

La escuelita de fútbol Eva Perón, fundada en el 2006, se convirtió en el Club Deportivo Eva Perón I gracias al trabajo de la comunidad. Desde hace 13 años funciona con el objetivo de sacar a los chicos de la calle para darles un lugar de contención a través del deporte.

La personería jurídica es un importante logro para las personas que trabajan en pos de los más pequeños y es un impulso para seguir luchando por sus sueños. Los chicos entrenan a diario en el polideportivo municipal N° 3 Eva Perón, del barrio Antártida Argentina I en Luzuriaga, lugar que la Comuna les prestó. Y, a raíz del cambio de denominación, esperan conseguir su espacio propio.

Silvia Molina, presidenta del club, le comentó a MendoVoz: “Ahora contamos con la personería jurídica para tener todo legal, como tiene que ser. Las notas que presentemos van a tener número de personería y eso nos habilita, por ejemplo, a poder solicitar ayuda a la Nación. Nuestro mayor logro sería poder conseguir un terreno propio para tener nuestro espacio”.

“También vamos a poder sumar socios, lo que nos ayudaría a recaudar dinero para lo que vayan necesitando los chicos”, resaltó Molina.

El entrenar en un lugar prestado -en ocasiones- les imposibilita entrenar los días que este lugar está ocupado y es un inconveniente cuando están cerca de los campeonatos porque deben salir a alquilar a canchas.

 

Años de trabajo conjunto

Hoy son 100 los chicos de 4 a 12 años que asisten al ahora club. El mismo se mantiene en pie gracias a las rifas y ventas de comidas que realizan los padres de los pequeños. Además de la ayuda que reciben de la Comuna maipucina.

Comenzó a funcionar en el 2006 en los barrios unidos de Gutiérrez. “Empezamos un grupo de mujeres trabajando para hacer cosas por los chicos y lo primero fue la escuela de verano en un espacio que nos dieron en el club Giol y después empezamos con la escuelita de fútbol”, dijo Silvia Molina.

Los chicos entrenaron muchos años en distintos lugares que les prestaban. El primer lugar fue un terreno baldío ubicado en la calle Rodríguez y Constitución del barrio Cavagnaro. El Municipio les envió al preparador físico del Club Deportivo Maipú, Gonzalo Torres, quien entrenó a los pequeños durante un año.

Luego, se hizo cargo del grupo Alan Arguello, quien en esta en la actualidad. Pero, por cuestiones de seguridad, la escuelita se trasladó a unas canchas en la calle Alta Italia que les prestó el señor Tito Cuello.

Finalmente el crecimiento llegó cuando el Municipio les cedió un lugar en el club Giol, donde los chicos podían entrenar en distintos horarios y así lo hicieron durante casi 13 años. El número de niños se fue incrementando y se trasladaron al polideportivo Eva Perón de Luzuriaga.

Los chicos cuentan con un profesor, un preparador físico, una profesora de educación física y una nutricionista que los contienen.  “Estamos muy pendientes de los chicos. Si van mal en la escuela el profesor habla con los padres y no los dejan jugar, porque hay muchos casos en los que se apasionan por el deporte y dejan la escuela de lado”, rescató la presidenta del club.

Y resaltó que el mayor logro de la escuela de fútbol es “que la familia acompaña al niño. Que el pequeño esté jugando y que cuando mira a un costado tiene a su familia que lo está alentando”.

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