Robot con alma, furor en Youtube
Ríe o llora y expresa emociones de manera humana. Lo demuestra el prototipo construido en Estados Unidos.
Tomar a un robot de la mano, sostener su brazo sin percibirlo como algo mecánico, sino suave y tranquilizador, verlo sonreír o derramar lágrimas: los autómatas de compañía se están desarrollando para tener "un alma" y expresar emociones humanas. Lo demuestra el prototipo construido en Estados Unidos, en la Universidad Cornell, y que a pocos meses de su presentación hace furor en Youtube, con un video que alcanzó tres millones de visualizaciones.
Realizado por el grupo científico de Guy Hoffman, el prototipo fue traído a Italia a la conferencia sobre robótica organizada en Livorno por la Escuela Superior Santa Ana de Pisa.
En poco tiempo se hizo famoso como "el robot de la piel de gallina", pero desde entonces su éxito aumentó.
"Transmitir las emociones es importante, por esto, junto a las expresiones del rostro, los robots están 'aprendiendo' a comunicar también con el resto del cuerpo", observó Antonio Frisoli, del laboratorio de robótica perceptiva de la Escuela Superior Santa Ana.
"Actualmente para la comunicación emotiva los robots sociales utilizan expresiones faciales, pero el aspecto táctil es importante para volver más humano el modo en que estos robots interactúan con el hombre", agregó.
"Imaginemos un robot dedicado a la asistencia de un anciano, que en lugar de tener la piel metálica tiene una parte suave: si la persona camina apoyada en el robot, este último le puede transmitir seguridad con el tacto o dar una alarma con cambios en la piel. Esta última característica podría mejorar mucho la gama expresiva de los robots sociales", dijo Frisoli. Hoffman, por su parte, también considera importante comunicar con la piel e inspirado por esa idea desarrolló su prototipo capaz de expresar felicidad, ira y estupor, gracias a una superficie de contacto suave, que cambia gracias a un sistema de minúsculas bombas manejadas por un software especial.
En cuanto al aspecto físico su buscó volverlo tranquilizador y amigable como un personaje de dibujos animados: dos pequeños caparazones de material blando rodean una pantalla animada con grandes ojos y una boca capaz de cambiar su gestualidad y generar una inmediata empatía humanoide.
