La Reserva de Ñacuñán descuidada por sus visitantes

Es una de las reservas más importantes de la provincia y la alerta se despierta en la cantidad de basura que se retira a diario. 
viernes, 25 de agosto de 2017 · 20:00

La Reserva de Ñacuñán es la primera área protegida creada en el territorio de Mendoza, constituyéndose en la más estudiada y conocida de la provincia y de la región del Monte. Desde 1986 Ñacuñán pertenece al programa El Hombre y la Biósfera de la Unesco, integrando la Red Mundial de Reservas de Biósfera. Este programa tiene como objetivo principal mejorar las relaciones entre el hombre y la naturaleza.

La principal preocupación que llevó a la creación de la Reserva fue la conservación del bosque abierto de algarrobos, que sufriera una intensa tala a principios del siglo pasado para la provisión de gas de alumbrado para la Ciudad de Mendoza. Desde su declaración como área protegida, se pueden apreciar las etapas de recuperación del bosque. En este proceso, las investigaciones que se llevan a cabo permiten conocer cada vez con mayor profundidad su funcionamiento. De este modo se cumple otro de los objetivos de la reserva: la educación, ya que el conocimiento de la naturaleza aporta herramientas para su conservación.

La reserva cuenta con un circuito guiado para visitantes que quieran conocer la reserva desde adentro y experimentar lo que nos regala la naturaleza.

Lo cierto es que guardaparques y guías tratan a diario de concientizar sobre las bondades de esta reserva pero también sobre su preservación, además por día deben retirar de los campos cientos de kilos de basura. La educación ambiental es la principal herramienta que tienen como aliada para contrarrestar esta acción del hombre y revertirla.

“El tema es complicado. Básicamente el mayor problema es en la ruta con los camioneros. Los lugares donde paran ellos se junta mucha basura, sobre todo botellas. Lo que hacemos es una gran limpieza y lo llevamos a un conteiner. Es mucha la cantidad de basura que sacamos de la orilla de la ruta y en zonas aledañas al pueblo. Lo demás se conserva limpio”, expresó Alejandro Zalazar, guardaparuques de Ñacuñan que a diario cuida el bienestar de la Reserva junto a otros pares.

En este caso piden a los lugareños y visitantes que protejan entre todos la reserva ayudando a no arrojar basura en las orillas de los caminos, llevar una bolsa de residuos durante los recorridos guiados, entre otras acciones.