Fernando Santilli, un palmirense entre los tripulantes del ARA San Juan
Familiares de Fernando Santilli, viven momentos angustiantes pero con la esperanza intacta.
El submarino ARA San Juan mantiene en vilo a millones de argentinos. Las fuerzas Navales buscan a contra reloj algún rastro de esta nave la cual se perdió contacto desde hace siete días. Las horas que pasan ya son críticas y la desesperación reina entre los afectos que esperan a cada uno de los 44 tripulantes a bordo.
La semana pasada se supo que entre los oficiales a bordo del submarino, dos son mendocinos y uno de ellos es oriundo de Palmira. Se trata de Fernando Santilli, un joven militar de 35 años, hijo de Orlando Santilli y Silvia Esther Sosa y el mayor de tres hermanos. Fernando curso sus estudios secundarios en la escuela Constantino Spagnolo de Junín y luego ingresó a la Escuela de Mecánica de la Armada de Mar del Plata donde recibió el título de Oficial Submarinista.
Además, Fernando consolido una familia con una joven bonaerense, Jessica Gopar, con la que tienen un hijo de un año, Stefano Santilli. Amigos y familiares lo describen como una persona alegre y optimista, que se ha sacrificado para estudiar, obtener su trabajo y formar una familia. “Fernando es muy responsable y ama lo que hace”, expresó Gisel Santilli en los medios.
Los padres de Fernando viajaron el lunes rumbo a la base de la Armada en Mar del Plata, donde están todos los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Allí también se encuentra su esposa Jessica, que ha expresado su esperanza y sus plegarias en las redes sociales y hasta le escribió al Papa Francisco: “Le ruego que rece, que pida a Dios para que los encuentren. Tenemos un bebé de un año que tiene que ver crecer. Amén”.
Los momentos que se viven puertas adentro de la Armada son desesperantes. Las postales de la angustia de los familiares se refleja también en los que se quedaron en casa rezando. Mendovoz se puso en contacto con Gisel Santilli, hermana de Fernando, y aclaró que no quieren dar más declaraciones. “Estamos muy angustiados. Las horas son críticas, se están quedando sin oxígeno. Ya no queremos decir más nada hasta tener certezas”, expresó Gisel y concluyó: “Le pido a todos los argentinos que recen. Oren sean de la religión que sean. Dios nos va a escuchar. Tenemos la esperanza de encontrarlos”.
