El adiós al Beto Micheli, el amo de las calles de San Martín

“Ahí va el Capitán Beto por el espacio; con su nave de fibra hecha en Haedo; ayer colectivero hoy amo entre los amos del aire”. Amo sin dudas de las calles de aquí y de allá. San Martín sufre la nostalgia de las calles vacías sin ese personaje tan querido.

Juan Alberto Micheli, el jueves alrededor de las 22, fue hallado sin vida en su domicilio tras sufrir un paro cardiorespiratorio. El viernes, fue la noticia que rondó las calles y llegó a ser título de diarios provinciales. “Se murió el Beto” y al pasar las horas las frases eran más sentidas: “Se nos fue el polaco”.

El Beto vivía con su hermano, Mario Micheli, y su sobrino Ariel en calle Lavalle. Con sus 60 años recorrió San Martín como nadie. La gente lo recuerda como un hombre muy “respetuoso, para nada violento, amigable y vivía en su mundo”. La pregunta es ¿quién no se cruzó al Beto o le pidió un pucho por ahí? Las anécdotas son inagotables.

Sus familiares aseguran que Beto nació con problemas neuronales debido a que su madre padeció de leucemia durante su embarazo y debió ser sometida a quimioterapias, por lo que afectaron a la salud del pequeño Beto. Luego de su nacimiento fueron consultados médicos tanto de Mendoza como de Córdoba sobre su caso. Simplemente aseguraron que no tenía cura. De allí pasó a ser el mal llamado el “Loco del pueblo”, el más querido por todos.

Con sus años encima, su salud empezó a flaquear. El año pasado debió ser internado en el hospital Perrupato tras sufrir diversas infecciones y fue operado de próstata. Su recuperación tardó un poco, pero el Beto salió al ruedo nuevamente. Tal vez para dar un adiós un tanto silencioso, una última caminata por las calles, los bares, unos últimos puchos que pedir y un par de manos que estrechar.

La partida de este inolvidable personaje dejó una canción: “Voy a compartir una canción compuesta para Beto Michelli en el año 2001. El tema se llama Súper Beto y ha sido difundido en versión eléctrica por Radio Merlín infinidad de veces. Fue tocado y grabado en esa época por After Sex, la banda que formé junto a Peter Flores, en batería, y Hugo Estrada, en bajo. Este es mi adiós al gran Beto”, aseguró en las redes el músico sanmartiniano Mahuad.

La mejor captura: Stefano Gavosto, joven aficionado por la fotografía, se lo encontró una siesta de diciembre de 2017, le pidió permiso y capturó las mejores postales que se podrían tener de él.

Una calle: “Era tan querido que se lo merece”, comentó un vecino que apoya la moción de colocarle el nombre a una calle en su honor.

Un último pucho: en su velorio. más que convocante, la gente en varias ocasiones, le pidió permiso a los familiares para dejarle en su féretro, un último pucho. “Es para el viaje”, comentó un mozo de uno de los cafés que a diario recorría el Beto.

“¿Dónde habrá una ciudad, en la que alguien silbe un tango?, ¿Dónde están, dónde están; los camiones de basura, mi vieja y el café? S esto sigue así como así; ni una triste sombra quedará…”, esta canción de Spinetta no puede ser más cercana a este Beto. Buen viaje Polaco.