Desde San Martín hasta Alaska, a su manera

Un empleado de comercio emprendió una travesía en moto por América. Los primeros metros los hizo en su San Martín natal.
martes, 12 de noviembre de 2019 · 07:00

Noe Fabricio Maschi, tiene 28 años, es oriundo de San Martín y actualmente no tiene residencia fija ya que lleva más de 4 meses viajando por América. Una moto Yamaha 125cc, modelo 2015, es la que lo lleva por buen camino y con una meta en la punta de la brújula, Alaska.

“Trabajaba en atención al público en una casa de electricidad de San Martín y, como hacía varios años que soñaba con hacer un viaje así, renuncié. Tomé la decisión de hacer el viaje en moto, porque es más económica, la conozco y se cómo manejarme con los repuestos”, le comentó Noe a MendoVoz.

En junio comenzó a hacer kilómetros, “viajando a mi manera” como le gusta llamarle a su aventura. No tiene apuro y mucho menos una fecha específica para llegar al otro extremo del continente.

“Ya hice el cruce de Colombia a Panamá, que es lo más complicado para un motero. La idea es llegar a Alaska. Vamos a ver a qué ritmo me deja ir avanzando la moto que hasta ahora se ha portado bien. No he tenido ningún tipo de problema, salvo en las alturas que siempre hay problemas de carburación por la falta de oxígeno pero más allá de eso la moto ha respondido al 100%”, destacó el viajero.  

El sanmartiniano comentó a MendoVoz que la experiencia ha sido increíble hasta ahora, mucho más de lo que él esperaba. Ver que su sueño se va haciendo realidad de a poco y al mismo tiempo tan rápido, lo pone en aprietos a la hora de expresar lo que está viviendo.

“Cuesta desde este punto de vista explicárselo a alguien o demostrarlo a través de un vídeo o una fotografía. Es muy difícil explicar lo que se siente viajando y aun no se me pasa por la cabeza lo que pasará cuando llegue a destino”, destacó.

Noe sigue su rumbo por estos días y en su camino va disfrutando de diversas experiencias que seguramente serán imborrables con el paso del tiempo. Una vez que llegue a Alaska piensa enviar la moto en barco hasta Chile y, desde allí, regresar a su casa en dos ruedas.  

“A los que sueñan con esto yo les diría suerte, porque el que sueña lo hace directamente. Muchos se quedan en la pregunta de qué pasaría si lo hago y no lo realizan. Yo no quise ser parte de esa pregunta, no me quise quedar ahí, decidí salir sin miedo a nada. Que le den para adelante nomás que no hay nada que perder”, concluyó el mendocino que decidió viajar a su manera.

 

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