Carta abierta al Caudillo para el aniversario de La Lepra
Hoy, Independiente Rivadavia cumple 104 y se repasa la historia con sentido y genuino sentimiento Azul.Ya no discutimos… ¿Para qué?
Somos el reflejo de la sociedad. Una sociedad solidaria y
prejuiciosa, somos la pasión hecha club, con sus luces y sus sombras. Somos el
sentimiento genuino de toda una provincia.
Somos simplemente "La Lepra”. Esa que media provincia ama
con locura, y media provincia odia visceralmente. Esa que se hizo local en San
Juan. Esa que se comió 10 en Salta.
Somos los que vamos al frente a pesar de todo y de todas.
Los que sufrimos (como siempre, ¡maldita costumbre!) hasta el último minuto del
último partido. Los que nos hemos hecho hinchas añorando viejas épocas,
adorando a nuestros viejos y nuestros hermanos leprosos; con sus relatos y anécdotas.
Los que nos ilusionamos y dejamos encantar por algún jugador que se anime a
demostrar que se puede ser un Caudillo dentro del campo. Los que más que
hinchas, somos fieles seguidores de una institución deportiva.
Eso somos: Independiente Rivadavia. El mismo que rompió
todos los récords positivos (y algunos negativos) en el Oeste argentino. El
mismo que año tras año nos ilusiona, aunque no siempre con buenas cosechas. El
mismo que nos quita el sueño cuando faltan puntos, y que nos hace sentir vivos
cuando se acomoda. Ese que nos hizo olvidar que íbamos circunstancialmente
últimos en los promedios, y el orgullo afloró más que nunca, porque íbamos en
simultáneo primeros en la tabla general. Ese que fin de semana tras semana nos
convoca, y no nos permite pensar una respuesta o una excusa. Ese que tiñe de
azul las calles, los barrios, las secciones y distritos, los departamentos y la
provincia cada vez que juega.
Ese que tiene mística por su gente que día a día se pone la
piel de campeón. Ese que se cayó mil veces, y que se levantó mil más. El que
nos saca a propios y extraños sonrisas y lágrimas; de bronca y de felicidad; de
odio y de amor. Ese que nos genera un sentimiento inigualable, una pasión
inexplicable.
Ese club, y ésta (TU) gente, festeja 104 años vida. Entre
bombos y banderas va a celebró y celebrará un nuevo año que pasamos junto a tu
lado; a pesar de, literalmente, todo.
Por La Catedral, por los viajes, por la mística, por la
historia, por los récords, por las gestas gloriosas, por las fiestas, por los
ídolos, por los enanos de atrás del arco, por los goles de permanencia, por la
entrada de la Virgen, por los penales de ascenso, por las promesas que siempre
se renuevan, por el lujito y los huevos, por la paternidad de "los primos” y el
título de propiedad del Parque. Por los eternos que ya partieron, pero que no
nos abandonaron (porque eso no es de Leproso). Por mi viejo, mi abuelo, mis
hermanos y por cada una de las familias leprosas. Por ser cuna de los grandes
en el fútbol nacional…
Por la Ciudad Deportiva, Por Burotto, por Gargantini, por
Braganini, por Iúdica, por Filizzola, por Villarroel, por Cabral, por Funes,
por "El Mariscal” Bolognesi, por "El Conejo” Cortez, por "El Arbolito López”,
por "El Negro Hermes”, por Falcioni, por Merlo, por "El Curita” Vergara, por
Secundino, por "El Trinche” Carlovich, por "El Pitu” Canedo. Por los que quedan
afuera, por los que vienen y vendrán. Por los grandes entre grandes como El
Lobo Cordone, El Turco García y El Flaco Vivaldo. Sobre todo, por él, que donde
quiera que esté, le está cantando el cumpleaños, y esperando que se reanude el
campeonato como todos nosotros, el Hincha Jugador Hugo Cirilo Mémoli.
Porque Azul llevamos la sangre y leproso el corazón. Por y
para todo el pueblo leproso.
¡Salud! ¡¡¡Y feliz cumpleaños lepra querida!!!
Fuente: Prensa Independiente Rivadavia