La Iglesia necesita de las monjas de clausura

El papa Francisco pidió hoy "cercanía y apoyo, incluso material" para las monjas de clausura, además de asegurar que no basta "un cumplimiento nominal y farisaico (de los mandamientos) para conseguir la salvación".

"Aprovechando este día, deseo, una vez más, expresarles la gran apreciación de la Iglesia por su forma de vida", aseguró el Papa, quien mostró así su consideración por las comunidades que dedican su vida a la contemplación. El Pontífice envió un mensaje a los participantes del encuentro organizado hoy por la Congregación para la Vida Consagrada en la Pontificia Universidad Lateranense, en ocasión de la jornada Pro Orantibus, en la Fiesta de la presentación de la Santísima Virgen María. La jornada, celebrada en todo el mundo, este año asumió un particular significado tras la publicación de dos documentos para la vida contemplativa: la Constitución apostólica del Papa "Vultum Dei Quaerere" y la Instrucción aplicativa "Cor Orans", del dicasterio competente, que introducen importantes innovaciones para la vida de clausura y subrayan su importancia para la Iglesia y para el mundo.

Lo que subraya la relevancia del encuentro en la Pontificia Universidad Lateranense, organizado por la Secretaría de Asistencia de las Monjas para resumir e identificar los desafíos que surgen de los dos documentos, el Papa otorgó una dispensa especial a quienes viven los claustros.

Al menos 300 monjas llegaron desde Italia pero también desde el extranjero, con una representación de Marruecos y de Suiza.

"¿Qué sería de la Iglesia sin la vida contemplativa?", se preguntó el papa Francisco en su mensaje. "¿Qué sería de los miembros más débiles de la Iglesia que encuentran en vosotros un apoyo para continuar el camino? ¿Qué sería de la Iglesia y del mundo sin las luces que señalan el puerto a los perdidos en alta mar, sin las antorchas que iluminan la noche oscura que estamos viviendo, sin los centinelas que anuncian el nuevo día cuando aún es de noche?".

"Gracias, hermanos y hermanas contemplativos, porque son todo esto para el mundo: apoyo a los débiles, faros, antorchas y centinelas. Gracias por enriquecernos con tantos frutos de santidad, misericordia y gracia", prosiguió el argentino Jorge Mario Bergoglio. "Con toda la Iglesia -agregó el Pontífice- yo también rezo para que el Señor pueda realizar en sus corazones su obra y transformarse por completo en él, fin último de la vida contemplativa; y sus comunidades o fraternidades sean verdaderas escuelas de contemplación y oración. El mundo y la Iglesia necesitan de ustedes", añadió el Papa. En ese sentido, invitó a "tomar en serio el desafío de la formación", que debe durar "para toda la vida" y para lo cual "es importante no tener prisa".

Francisco también recordó "la importancia del discernimiento y del acompañamiento espiritual y vocacional de los candidatos, sin permitirse nunca llenarse de ansiedad por los números y la eficiencia".