Separados por Trump, algunos chicos migrantes no reconocen a sus padres

La Casa Blanca dio marcha atrás con las separaciones familiares, y comenzaron las restituciones.
miércoles, 11 de julio de 2018 · 15:36

"No me reconoció ", dijo Mirce Alba López, de 31 años, sobre su hijo de tres años, Ederson, con los ojos llenos de lágrimas. "Mi alegría se convirtió temporalmente en tristeza", contó al The New York Times la mujer que pasó más de tres meses separada de su hijo, tras la medida de separaciones familiares implementada por el gobierno de Donald Trump , en el marco de su política inmigratoria de "tolerancia cero".

En este caso, el reencuentro tuvo lugar en un centro de detención en Phoenix donde los gritos de rechazo de los chicos, para con sus padres, fueron otra consecuencia más de las separaciones familiares. La situación de Milka Pablo, de 35 años, tampoco fue diferente. Su hija de tres años, Darly, gritó y trató de desprenderse del abrazo de su madre cuando recién la vio.

"Quiero a la señorita", repetía Darly, una y otra vez, llamando a la trabajadora social del refugio donde había estado viviendo desde que fue separada de su madre por agentes federales en la frontera sudoeste.

La Casa Blanca dio marcha atrás con las separaciones familiares, pero este es solo el comienzo de los miles de reencuentros que quedan pendientes. Según advirtió The New York Times las reuniones que sucedieron fueron caóticas. Se avisó a los padres que los horarios de recogida y entrega podrían cambiar a lo largo del día. La agencia federal que supervisa el cuidado de niños migrantes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, todavía estaba llevando a cabo verificaciones de antecedentes de los padres hasta el martes por la mañana.

"Los padres con hijos menores de 5 años se reúnen con sus hijos y luego son liberados y se inscriben en un programa de detención alternativo", explico ayer, Matthew Albence, director asociado ejecutivo de las operaciones de ejecución y expulsión del Servicio de Inmigración y Aduanas, expuso el Times.

A pesar de que comenzaron los reencuentros, los expertos afirman que el daño ya está hecho. Sostienen que una adversidad sufrida en los primeros años de vida puede provocar "un estrés tóxico" causante de graves problemas físicos y psicológicos de por vida .Por ejemplo, Darly, que había sido entrenada para ir al baño antes de la separación, había regresado a los pañales.

En Texas el panorama para Walter Armando Jimenez Melendez fue un poco más agradable. Él y su hijo Jeremy lloraron, pero abrumados por la emoción de reencontrarse. Fueron separados por oficiales de inmigración cuando cruzaron a los Estados Unidos desde México. Claro está que Jimenez Melendez compartió, durante los días de aislamiento, la misma incertidumbre que el resto de los padres. "Fui sin saber dónde estaba, si estaba comiendo, o cómo lo estaban tratando", dijo y aclaró que no supo que volvería a reunirse con el niño hasta cuatro horas antes.

Jeremy se encontraba entre los 63 niños menores de cinco años que el Juez Dana Sabraw en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en San Diego ordenó el martes al gobierno de Estados Unidos reunirse con sus padres.

Aunque funcionarios del gobierno dijeron que estaban luchando para cumplir con el plazo de este martes ordenado por la corte para reunir a 102 niños migrantes menores de 5 años con sus padres; solo se esperaba reunir alrededor de un tercio para entonces. Por el momento, los padres son puestos en libertad mientras se tramitan sus casos en las cortes migratorias y deben llevar tobilleras electrónicas que permiten conocer su paradero.

Fuente: La Nación. 

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