Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia

Lo hizo junto con su vicepresidente, Álvaro García Linera, horas después de que el comandante de las Fuerzas Armadas dijera que debía dimitir para empezar a resolver la crisis política
domingo, 10 de noviembre de 2019 · 18:41

Horas después de que el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, el general Williams Kaliman, dijera que Evo Morales debía renunciar a la presidencia del país para empezar a resolver la crisis política, el mandatario finalmente dio un paso al costado y anunció su dimisión.

 

"Mi pecado es ser indígena", dijo lacónicamente. Y aclaró que lo hacía para pacificar a su nación, bajo un estado de violencia con las fuerzas de seguridad sublevadas.
 

Por su parte, el vicepresidente Álvaro García Linera -junto a él en la declaración televisada mediante la cual anunció su renuncia- también abandonó su cargo y denunció: "El golpe de Estado se ha consumado".

 

Así, Morales cerró 14 años consecutivos al frente del Poder Ejecutivo boliviano -tras ganar cuatro elecciones generales- en medio de la profunda crisis originada por los reclamos de fraude en los comicios generales celebrados el 20 de octubre.

Un rato antes había anunciado que convocaba a nuevas elecciones generales, lo cual no había aplacado la crisis política ya que después indicaría que el golpe de Estado contra él seguía en marcha. De ahí la posterior presentación de su renuncia.

Cuando la habían consultado si él desistiría de presentarse como candidato en el nuevo acto eleccionario, lo cual era una exigencia de la oposición, había expresado que “las candidaturas son secundarias en este momento. Primero se debe pacificar el país”.

 

 

Previamente, un informe preliminar elaborado por una delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) había señalado la existencia de irregularidades en los comicios del 20 de octubre.

"Sorprende que algunos cívicos, algunos candidatos no acepten el diálogo. Yo propuse diálogo con agenda abierta, que planteen qué temas tienen para poder acordar, concertar y tomar decisiones", señalaba, para asegurar que la derecha anunció resistencia civil al principio, después pidió una segunda vuelta eleccionaria y luego desconocer los resultados de los comicios para acusar sin pruebas de un "fraude". El pedido de dimisión llegaba después.

"Lamento mucho (que) esos grupos no aceptan, no entienden y serán las nuevas generaciones quienes juzgarán quién está llevando a esta clase de convulsiones", aseveró Morales en Telesur, según reflejó la agencia Europa Press.

"El plan que tienen es quemar el Palacio Quemado (sede de gobierno) o la Casa Grande del Pueblo. Es su última meta (...). Lo que quieren es, quemando la Casa Grande del Pueblo, quiero que sepa el mundo, obligar a tal vez firmar la renuncia. Eso están buscando. Es totalmente ilegal, totalmente inconstitucional. Yo tengo un mandato de llegar hasta el 22 de enero del próximo año", remarcaba.

La renuncia de Morales sucedía a las de varios ministros y senadores, como Luis Alberto Sánchez y César Navarro, entre otros copartidarios, mientras que una caravana marchaba hacia plaza Murillo para reclamar la dimisión del presidente y continuaban los motines de policías.

Con la noticia consumada, las cadenas de televisión de Bolivia mostraban imágenes del avión presidencial despegando desde el aeropuerto del Alto.

Posteriormente se sabía que la aeronave había trasladado a Morales hasta la ciudad de Chimoré, en la provincia de José Carrasco, en el departamento de Cochabamba, su principal bastión electoral.

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