Denuncian que hubo ocho muertos y 115 heridos en Cochabamba
Conforme pasa el tiempo, las cifras de fallecidos y lesionados del viernes se van incrementando, en medio de una desinformación que es denunciada desde adentro y afuera de Bolivia.
Los muertos a causa de la represión de las fuerzas de seguridad bolivianas ocurrida el viernes en Sacaba, cerca de Cochabamba, ya son ocho (inicialmente había reportadas cinco), mientras que los heridos en la misma refriega ascienden a 115, según denunció ayer la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
En un interminable tira y afloja por obtener datos confiables, hasta el viernes a la noche, el Ministerio de la Presidencia había reportado cinco decesos, a la vez que los cocaleros aseguraban ayer que eran seis, junto con varios lesionados graves.
Todo se dio durante la movilización de cocaleros del Chapare, simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS) que respalda al presidente renunciante Evo Morales, cuando una columna intentó traspasar el anillo de seguridad que desde el jueves habían instalado en Sacaba la Policía y las Fuerzas Armadas para impedir el paso de los manifestantes hacia el centro de Cochabamba.
La intención de los campesinos que arribaban a esa ciudad era manifestar su apoyo a Morales, en rechazo al gobierno de transición instaurado por Jeannine Áñez.
Durante la noche del viernes sucedieron los hechos más violentos en un extremo del puente Huayllas, donde se habían apostado los uniformados para evitar que la marcha avanzara.
En el momento en que militares intentaron detener la marcha de centenares de manifestantes, los roces derivaron en enfrentamientos y una violenta represión.
Fue entonces que seis cocaleros resultaron muertos por heridas de bala, mientras que otros dos estaban ayer en estado crítico, al borde de perder la vida "con graves lesiones cerebrales", según los médicos.
