En Brasil un preso muere cada 14 horas
La cifra corresponde a los presidios de San Pablo y Rio de Janeiro, superpoblados y carentes de la atención médica adecuada.
(ANSA) - Cada 14 horas murió un detenido, durante 2018, en los presidios de San Pablo y Rio de Janeiro, caracterizados por la superpoblación así como por la falta de atención médica, de acuerdo con la opinión de especialistas. En números absolutos los presidios de San Pablo, el estado más poblado del país, registraron 458 fallecimientos y los de Rio de Janeiro, que es el tercero en población, contabilizaron 229 fallecimientos en 2018, según datos oficiales.
La población carcelaria brasileña pasó de 401 mil reclusos en 2006 a 726 mil en 2016, indicó un informe publicado por la estatal Agencia Brasil basado en un reporte elaborado por el Registro Nacional de Informaciones Penitenciarias.
En el estado de San Pablo, donde hay 173 cárceles, está la más alta población carcelaria, y de los 458 fallecimientos ocurridos el año pasado el 91 por ciento fueron debido a "causas naturales", esto es muertes por enfermedad o vejez. El defensor público paulista Matheus Moro señaló, en entrevista a radio CBN, que el hacinamiento contribuye a la precaria salud de una buena parte de los internos. "Si un presidio fue construido para 800 personas y tiene 1800 ese lugar tendrá celdas insalubres, habrá falta de material de higiene, es un sistema que no está pensado para que las personas cumplan sus penas, sino para que mueran", señaló Moro.
Mientras en San Pablo cada 19 horas muere un preso, en Rio esto ocurre cada 38 horas, según la Secretaría Penitenciaria de este segundo estado.
Una de las causas de muertes en Rio de Janeiro es la tuberculosis cuya diseminación se favorece por el hacinamiento y la falta de un diagnóstico realizado a tiempo, indica un trabajo de la Escuela de Salud Pública del instituto Fiocruz.
