El coronavirus llegó a África y crece la alarma mundial

La alarma mundial por la rápida propagación del coronavirus tuvo ayer otro importante capítulo con la noticia de que llegó a África, ya que en Egipto fue confirmado oficialmente el primer caso en un preocupante contexto donde las condiciones sanitarias suponen un nuevo riesgo ante una epidemia valorada como muy peligrosa.

Tanto era el impacto de la situación que la oficina de la agencia de la ONU en el Mediterráneo Oriental informó en su cuenta de Twitter: “La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma el primer caso de COVID-19 en Egipto, tras la confirmación oficial del Ministerio de Salud y Población de Egipto”.

El posteo detallaba además que “la OMS en Egipto y el ministerio están colaborando estrechamente para investigar el brote y las acciones de respuesta”.

Sin embargo no precisaba de dónde procedía el enfermo ni dónde fue contraído el virus.

Según el portavoz Jaled Megahed, el primer caso ha sido detectado “gracias a las medidas establecidas por el ministerio que incluyen un programa electrónico de registro y seguimiento de quienes llegan a Egipto desde países afectados por el brote y de equipos que les examinan a diario”.

De todas maneras, la llegada del virus mortal a ese continente supone un aún más preocupante panorama para los expertos porque puede comenzar a replicarse en países con sistemas sanitarios deficientes y precarios, después de que apareciera en Asia, Europa, América y Oceanía.

El brote ha matado a más de 1.400 personas en la provincia china de Hubei, epicentro registrado en diciembre, y ha dejado 64.000 casos de contagio en todo el mundo.

Hasta ahora, casi todos los fallecimientos por esa causa fueron en la China continental y solo dos en Filipinas y Hong Kong.

Asimismo, aunque unos 30 países cuentan ya con casos diagnosticados de neumonía de Wuhan o COVID-19, China presenta cerca del 99% de los infectados.