Florencia Kirchner padece un linfedema

Se trata de una enfermedad que provoca la hinchazón de los brazos y las piernas e impide la normal flexibilidad de la persona.
viernes, 15 de marzo de 2019 · 13:00

(ANSA) -Florencia Kirchner, la hija de la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, padece "un linfedema" que es "una enfermedad en la que las piernas y los brazos se hinchan y se deforman" y el motivo por el cual no puede viajar, explicó el experto en Linfología, José Luis Ciucci, al diario Clarín.

"Cuando se habla de circulación de retorno siempre se piensa en la sangre que vuelve al corazón, pero existe otra que lleva proteínas de alto peso molecular, que circulan por el sistema linfático hacia la sangre. Cuando por alguna razón esa circulación se tapa, se produce la enfermedad que se llama linfedema, que es entonces cuando las extremidades se empiezan a ensanchar", puntualizó el experto.

La expresidenta había partido en la madrugada de hoy (hora local) a La Habana, Cuba, para encontrarse con su hija Florencia, que está desde hace algún tiempo en ese país y se encuentra con un delicado problema de salud del que está siendo tratada.

Mediante un video, Cristina Kirchner, que estará en Cuba durante una semana, explicó que su viaje se debió a cuestiones relacionadas con la salud de su hija, de 29 años. "La salud de mi hija fue devastada, no puede permanecer sentada ni de pie", había asegurado la exmandataria, quien informó de su viaje al juzgado de Claudio Bonadio, donde están la mayoría de las causas judiciales en su contra. "Estas escuchando esto porque, una vez más, en (los tribunales de) Comodoro Py, no sólo se violan los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas que somos opositores al gobierno de Mauricio Macri, sino que también se violan todos los derechos de nuestros hijos y nuestras hijas", dijo Kirchner en el video.

Y agregó: "Le pido a los que nos odian o nos ven como enemigos que por favor se metan conmigo pero no con ella". Fuentes cercanas a la familia de la expresidenta revelaron al diario Página/12 que Florencia Kirchner, de bajo perfil, tiene un "problema linfático". A finales de 2018 se detectaron los primeros síntomas y por eso le dieron precisamente en Cuba un tratamiento que inició en Buenos Aires. Pero en febrero de este año, cuando la joven partió otra vez a ese país para hacer un curso intensivo de guión de cine, su estado de salud sufrió una recaída y no pudo regresar a su país.

"Todo esto empeoró porque está somatizando un estrés formidable", insistieron cerca de la ex presidenta.

Florencia Kirchner se encuentra ante un difícil panorama judicial y, a diferencia de su madre, senadora, y de su hermano Máximo, diputado, no dispone de fueros parlamentarios que la protejan de una eventual condena a prisión.

De hecho, en octubre pasado, el juez Julián Ercolini envió a juicio oral a la expresidenta, a sus hijos y a una sobrina por "lavado de dinero" y cobro de sobornos en el marco de una causa por "asociación ilícita" conocida como "Los Sauces", el nombre de una inmobiliaria de los Kirchner en la Patagonia. Además, por su vínculo parental también es investigada en el expediente de la empresa Hotesur.

En febrero pasado, también Ercolini envió el expediente a un Tribunal Oral para que se someta a juicio el caso en el que se investiga el lavado de 80 millones de pesos mediante el alquiler de hoteles.

"Hay mucho de ataques de pánico en Florencia, permanentemente sentía a través de trascendidos periodísticos que en cualquier momento la iban a detener", afirmó, por su lado, el exembajador en el Vaticano, Eduardo Valdés, figura cercana a Kirchner. "La expresidenta desde la política se banca todo, pero es muy difícil cuando te tocan a tu hijo; ahí sí le duele mucho, le duele el doble. No la vi bien a Cristina y se lo dije: es la primera vez que la veo golpeada", cerró Valdés.

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