Riesgo de un tsunami lacustre

En el sur argentino late el peligro de que una placa de roca se sumerja con violencia hacia el fondo y desate una fuerza de agua fuerte.
jueves, 12 de septiembre de 2019 · 19:30

(ANSA) -  En una de las zonas más bellas del sur argentino late el peligro de que una placa de roca se sumerja con violencia hacia el fondo de un lago y desate una fuerza en la masa de agua tan fuerte que genere una tragedia en las poblaciones cercanas y un daño ambiental de magnitud.

El alerta se encendió a partir de un estudio realizado por geólogos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA), que habla del peligro de un desmoronamiento repentino de un bloque en el lago Traful.

El lago y su villa aledaña se encuentra en el Parque Nacional Nahuel Huapi, donde se asienta una población de 400 habitantes, un destino turístico de excelencia.

La situación está latente en el llamado bosque sumergido, que es una de las grandes atracciones turísticas que tiene la zona y que se produjo hace unos ochenta años cuando, un segmento de la pared montañosa comenzó a desplazarse hacia el fondo del lago, con sus árboles y vegetación, que ahora luce bajo el agua.

Según advierten los geólogos que vienen estudiando el área, podría producirse un desmoronamiento completo de esa pared con alto riesgo de que se produzca un efecto tsunami en el lago.

"El bosque sumergido es parte de un deslizamiento amplio del borde de la ladera del cerro, que está hundiéndose en el lago en forma acelerada, según el monitoreo que hemos realizado a lo largo de los últimos ocho años", afirma Andrés Folguera, investigador en el Departamento de Ciencias Geológicas de Exactas UBA, según reproducciones de diversos medios de prensa locales y nacionales.

Los tsunamis en lagos pueden generar olas de 20 a 50 metros de altura depende de la fuerza que la genere. Cuanto más profundo sea el lago, más grande es la ola que se genera y el Traful tiene unos 300 metros de profundidad.

El bloque de roca de Traful mide unos tres kilómetros de ancho y diez de largo y, según los cálculos realizados por los científicos, y se está desplazando a razón de unos 36 centímetros anuales, un movimiento muy rápido que evidencia la magnitud del fenómeno.

"En años recientes, los pobladores de Traful observaron cambios en el frente del bosque sumergido, como ciertos desplazamientos de roca hacia el lago. Para verificar esos movimientos, realizamos tres viajes al terreno: el primero en 1995, luego en 2010 y finalmente en 2017", detalló Federico Carballo, becario doctoral en la UBA y autor de un trabajo sobre la cuestión publicado en en Journal of South American Earth Sciences.

Carballo advierte que, en un período de 22 años, los árboles se hundieron unos ocho metros y que hay coníferas que medían quince metros y están actualmente totalmente debajo del agua.

Los lagos del sur argentino fueron esculpidos por los glaciares hace miles de años. En particular, el Traful se ubica en un valle de fractura, que es una zona de debilidad, susceptible a que se produzca una desestabilización de placas terrestres.

Las fracturas se producen debido a que la cordillera de Los Andes -límite geográfico entre Argentina y Chile- no se eleva en forma homogénea, sino que algunos sectores se levantan más que otros, según detalla el portal de la UBA Nexciencia. El valle del Traful es una fractura lateral que separa dos áreas con diferente altura: la parte sur es un poco más baja que la norte. En esa fractura se introdujo el glaciar, y el lago, producto del hielo derretido, se encuentra justo en el lugar donde la cordillera se está desplomando parcialmente.

Los científicos argentinos advierten que es necesario aplicar recursos para minimizar los daños de ese proceso natural. Y llaman a que se desarrolle un plan de evacuación y también otro de infraestructura y urbanización de la zona teniendo en cuenta el riesgo potencial.

El efecto del tsunami podría llegar hasta los cien metros de altura, pero más allá de ese nivel, la población puede expandirse hasta los 500 metros de altura sobre las laderas de las montañas.

Encima, la región coincide con el área de dos grandes terremotos producidos en los Andes, el de Valdivia, en 1960, y el del Maule, en 2010, ambos en el territorio chileno. 

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