Estos son los puntos claves de la reforma electoral que propone el Gobierno

La reforma busca la simplificación del sistema, el acortamiento del calendario electoral, ahorro de gasto público y la no intromisión del Estado en la vida interna de los partidos.
viernes, 6 de diciembre de 2024 · 08:19

Días atrás, el Gobierno presentó en la Cámara de Diputados una “Reforma para el Fortalecimiento Electoral”, que tiene entre sus puntos centrales la derogación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

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Este instrumento aplicado por primera vez en los comicios del 2011 fue creado en diciembre del 2009 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) a través de la ley 26.571 de Democratización, de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral.

La reforma busca la simplificación del sistema.

Era una ley que regulaba la construcción de las alianzas y la presentación de candidaturas y que tenía como punto central la creación de las PASO para ordenar la oferta electoral, evitando la dispersión que era moneda corriente en el sistema anterior.

Uno de los problemas que introdujo las PASO es que alargaron el calendario electoral, al punto que es común escuchar que los años de elecciones son años que el sistema político se zambulle en un estado de campaña permanente, tergiversando las funciones que deben desempeñar quienes fueron elegidos en cargos ejecutivos o legislativos.

Uno de los objetivos es el acortamiento del calendario electoral.

En el 2023, el costo estimado de las PASO fue de 45.445 millones de pesos, un monto que no es abrumador pero tampoco insignificante.

Puntos claves

El proyecto de ley propone reducir los tiempos de campaña, haciendo que la misma comience 60 días antes de cada comicio y que finalice 48 horas antes de la apertura de la votación.

Además, se estipula que los anuncios masivos del Gobierno, como por ejemplo de obras, queden prohibidos en los 25 días inmediatamente anteriores a la elección, para evitar usos proselitistas a favor del oficialismo.

Otro pilar insoslayable del proyecto es la reducción del financiamiento estatal.

Otro aspecto clave de la reforma tiene que ver con los cambios en la publicidad. La modificación más importante es que se eliminan los espacios de publicidad electoral que por la ley actual tienen que ceder los medios audiovisuales para todos los partidos políticos que compiten en las urnas.

A su vez, que dispone que los anuncios publicitarios estén limitados al período en que transcurra la campaña, inclusive en la vía pública.

Otro pilar insoslayable del proyecto es la reducción del financiamiento estatal, eliminándose los aportes extraordinarios que el Gobierno nacional debe transferir a los partidos en cada elección (que se usaban por ejemplo para la impresión de las boletas partidarias, que quedaron sin efecto con la implementación de la boleta única de papel).

Leyenda

De esta manera, solamente se mantiene en pie el Fondo Partidario Permanente que el Estado destina anualmente a las agrupaciones políticas, pero se endurecen los requisitos de exclusión: solamente recibirán el aporte aquellos que hayan sacado más de 1% de los votos del total del padrón.

La Vicejefatura de Gabinete será el órgano encargado de distribuir estos fondos de acuerdo a un criterio: solamente el 20% se repartirá equitativamente entre todos los partidos políticos y el restante 80% se distribuirá de forma proporcional a los resultados obtenidos en las últimas elecciones a diputados nacionales.

Un cambio profundo de esta reforma electoral es la quita de límites a los aportes privados, bajo la premisa de transparentar lo que ocurre en la práctica desde hace muchos años: la existencia de circuitos informales de financiamiento de las campañas y la consecuente subdeclaración de gastos por parte de no pocos partidos políticos.

El proyecto de ley propone reducir los tiempos de campaña.

En las elecciones de 2023 el monto máximo de aportes permitidos por persona humana o jurídica fue de 20 millones de pesos en las primarias, 40 millones en las generales y 20 millones en la segunda vuelta. A partir de esta readecuación, no se fijarán límites ni en cantidad de aportantes ni en los montos máximos.

Con la reforma electoral se prevé la creación de una plataforma pública de registro de aportantes privados, que deberán constar sus donaciones a través de declaraciones juradas.

Cada partido o alianza electoral deberá abrir una cuentas bancaria y habrá una supervisión por parte de la Unidad de Información Financiera (UIF).

La letra del proyecto establece que solo podrán recibir aportes privados los partidos políticos que cuenten con un mínimo de adhesiones del 4% del padrón del distrito.