El Gobierno impulsará un plan nuclear apuntado a la energía

El objetivo es transformar a la Argentina en una potencia nuclear para enfrentar el creciente consumo eléctrico que generará la expansión de la inteligencia artificial.
miércoles, 15 de enero de 2025 · 08:14

Las últimas declaraciones del presidente Javier Milei sobre la intención de impulsar un ambicioso plan nuclear han sacudido el escenario político, energético y económico nacional. Según Milei, el objetivo es transformar a la Argentina en una potencia nuclear, en parte para enfrentar el creciente consumo eléctrico que generará la expansión de la inteligencia artificial (IA) y otras industrias tecnológicas de alto consumo.

Leer también: Cuatro jóvenes murieron al estrellarse contra un árbol frente a Palmares

Paralelamente, trascendió la noticia de un acuerdo de venta de la empresa IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA) a un consorcio de Estados Unidos, lo que algunos analistas interpretan como un eslabón fundamental en la estrategia de apertura económica del actual gobierno.

Milei deslizó la intención de impulsar un ambicioso plan nuclear.

A este debate se suma la voz del físico argentino Alfredo Caro, exdirector del Instituto Balseiro y experto de renombre internacional en la ciencia de materiales aplicada a la tecnología nuclear, con trayectoria en laboratorios de primer nivel en Europa y Estados Unidos.

En una extensa entrevista reciente para el portal de La Nación, Caro analiza las oportunidades y también los riesgos que encierra el Plan Nuclear de Milei. A continuación, un panorama amplio que integra las novedades gubernamentales y la situación de IMPSA.

El Presidente sorprendió al hacer de la energía nuclear uno de los pilares de su gestión. La apuesta oficial surge de la convicción de que la nueva era digital y el desarrollo acelerado de la IA demandarán grandes cantidades de electricidad, algo que la tecnología nuclear —con bajos niveles de emisiones de carbono— podría proveer de manera estable.

La venta de IMPSA inyectaría capital para retomar proyectos de alto valor tecnológico.

Uno de los puntos más llamativos del plan es el énfasis en reactores nucleares modulares y de menor escala, que se desarrollarían con ingeniería argentina para aplicaciones específicas (por ejemplo, centros de datos para IA). De concretarse esta iniciativa, se dejaría atrás la compra de grandes reactores llave en mano como el modelo chino Hualong, uno de los proyectos previos que Caro, en particular, considera costoso y poco conveniente para el país.

Quizá el elemento más disruptivo de la propuesta sea la participación de capitales privados en la generación de energía nuclear, algo que históricamente había quedado en manos del Estado. El Gobierno ha dejado entrever que permitiría invertir en nuevos reactores a empresas extranjeras, aprovechando sitios como el de Atucha. No obstante, aún quedan interrogantes sobre cómo se garantizará la rentabilidad de dichas inversiones y quién asumiría la construcción a gran escala de estos reactores modulares.

En cuanto a IMPSA, atravesó complejos procesos de reestructuración financiera. En ese contexto, se perfila el potencial ingreso de un consorcio estadounidense que adquiriría una participación mayoritaria. Para el Gobierno, esta venta podría ser clave: inyectaría capital para retomar proyectos de alto valor tecnológico, incluidas piezas fundamentales para reactores nucleares. Sin embargo, la posible pérdida de autonomía y la inquietud sobre el destino de la mano de obra local generan incertidumbre en el espectro político y social.