Presupuesto, deudas y mentiras

viernes, 9 de noviembre de 2018 · 07:00

Por Contador Jorge Palero 

 

El P.E. provincial presentó recientemente el paquete de leyes presupuestarias -a través de la Ministro de Hacienda Paula Allasino-, compuestas por las leyes de Avalúo, Impositiva y Presupuesto 2019. Las dos primeras ya fueron votadas y por lo tanto serán ley a la brevedad. Sin contar con observaciones de importancia por parte de la oposición y sin presentar  despachos alternativos o sugerencias para su mejora ambas leyes fueron votadas por la mayoría, con el voto negativo de la oposición sin más argumento que un cuarto intermedio para mayor estudio cuando ya pasó por comisión de Hacienda y Presupuesto previo a su tratamiento en el recinto.

Con respecto al proyecto de Presupuesto 2019, es decir, en que se van a utilizar los recursos ya votados, he escuchado desde el peronismo en sus distintas ramas, excusas que parecieran tener por fin entorpecer la labor del Gobierno en detrimento de los gobernados, antes  que verdaderos aportes en beneficio de Mendoza. Debiéramos tener una discusión cualitativa, por objeto del gasto o por jurisdicción. Realizar análisis  plurianuales con respecto a los fondos presupuestados para educación, para salud, para seguridad; su composición deseada entre salarios, insumos, infraestructura y bienes de capital. En Mendoza quienes se oponen lo resumieron NO HAY QUE DARLE EL PRESUPUESTO A CORNEJO. No toman conciencia que  el presupuesto es para los mendocinos no para el Gobernador y como no encontraron flancos débiles, dicen que es deficitario (Ilardo), cuando claramente no lo es, o que no hay que dar endeudamiento para vencimiento de stock de deuda (Bermejo) en una actitud irresponsable al no exponer de que obras privaría al pueblo mendocino.    

La realidad es muy distinta y en buena hora para  nuestra Provincia, durante los tres primeros años fue necesario endeudarse  para garantizar las prestaciones básicas que debía cumplir el Estado y que no lo estaba haciendo; sin hablar de herencia sino de hechos, no podemos olvidar los hospitales sin insumos, las escuelas sin arreglar; al grado de no poder dar clases, paritarias irresponsables con el dinero con el que no se contaba entre tantas otras anormalidades. Tanto no se contaba que al final ya no se pudo pagar los sueldos hasta que se convino con el gobierno anterior consensuar el primer presupuesto y normalizar el pago de haberes, de aguinaldo y de fondos de Aysam que fueron absorbidos por los gastos corrientes postergando las obras de saneamiento. También se incluyó  gran parte de la deuda flotante como fue el descubierto del Banco Nación,  los proveedores a quienes se les debía  desde muchos meses  con una gran cantidad casi mayoritaria de sus deudas que se encontraban en el “pinche” sin contabilizar. Este presupuesto fue votado en el gobierno de Pérez por unanimidad excepto la Izquierda. Gran parte de los vencimientos de esa deuda son los previstos refinanciar el año próximo.

El segundo y tercer año también se pidieron autorizaciones para endeudarnos, había, con gestión e ingenio y mucho esfuerzo que terminar con el déficit corriente. Y se logró. El endeudamiento se tomó para bienes de capital, para equipar hospitales, para ampliarlos, para equipar a la policía, para equipar a todos los prestadores de salud pública,  infraestructura para la producción, abrir Cacheuta, resolver o mejor dicho comenzar a resolver el problema sanitario de nuestra ciudad, construir casas sin que se interrumpan por no poner la parte que le corresponda a Mendoza. También había que darle a los municipios, durante años, oficialistas y opositores rogaban  se les transfiriera la coparticipación, los no peronistas mucho más. Hoy y desde hace casi tres años las liquidaciones son “automáticas”, no hace falta ninguna concesión del Intendente de otro signo político para recibir lo que le corresponde. Vimos inversiones municipales que se sumaron a las provinciales y toda una provincia recuperando años perdidos, trabajando sencillamente para su gente, sus vecinos.

En el fondo esto es lo que les molesta a Bermejo y a Ilardo; nuestra Provincia con esta gestión mancomunada de pueblo y gobierno, sea  municipal, provincial y también con el apoyo nacional, les duele. Les duele que en el medio de la crisis una administración austera haya logrado resultados que no vieron en casi una década. Ante el triunfo del sentido común los personeros de la derrota de nuestra ciudadanía ya no permiten que haya nuevo endeudamiento y está bien. Así lo propuso el Ejecutivo, porque la correcta gestión  genera los ahorros necesarios para pagar los gastos corrientes.  El superávit corriente y el ahorro conseguido nos permiten  realizar inversiones indispensables para el crecimiento.

Señores legisladores ustedes entenderán que la renovación de los vencimientos de deuda, lleva implícita una quita con el solo pago de los intereses; el capital que queda, fue expuesto a la inflación y por lo tanto significa un porcentaje notablemente menor que el que representaba cuando se tomó. En las tasas de interés en pesos  hay una parte de renta del capital y otra de protección de la inflación. En cada pago de intereses debieran sacar el valor real del saldo restante que es menor por su sola exposición a la inflación. El Roll-over es una civilizada solución para seguir adelante.

Tuve el honor de formar parte de la Comisión de Hacienda del Senado durante el gobierno anterior y de presidirla hasta mayo de este año. Todo aquello que se puede soñar con respecto al correcto proceder en las Finanzas Públicas sucedió en este Gobierno y Legislatura, tuvimos la oportunidad de analizar, discutir y corregir con esta multipartidaria comisión que votó los presupuestos por unanimidad, previo los consensos necesarios. Si piensan todos  aquellos que se oponen a la nada misma que ganan votos trabando a un gobierno exitoso... se equivocan. Propongan algo mejor; es la manera.

 

 

 

 

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