Informe vitivinícola: la crisis golpea la puerta

viernes, 14 de diciembre de 2018 · 07:00

Por Marcelo López

Especial para MendoVoz

 

Hace un par de semanas que en esta columna venimos advirtiendo a propósito del problemón que se viene con las bodegas llenas de vino y un sobre stock que supera largamente lo que el INV estima en 9 meses.

Apenas horas antes de sentarnos a escribir estas líneas, en una reunión que se llevó a cabo en establecimiento de Maipú, los principales referentes del sector bodeguero contemplaron con caras largas un power point en pantalla gigante, que les advertía que el excedente vínico estaría en 12 meses a la fecha de liberación de la cosecha de 2019.

Los técnicos ligados a los bodegueros auguran una cosecha rondando los 26 millones de quintales, lo que cruzado con los promedios de elaboración y consumo lleva al año la previsión de stocks para Junio de 2019.

Otros son incluso más pesimistas y creen que de mantenerse el nivel de caída del consumo que se viene registrando mes a mes, las existencias vínicas podrían incluso trepar por encima del año.

Algunos quizás piensen que a los bodegueros el sobre stock les conviene porque baja el precio de la uva, pero tener las bodegas llenas de vino sin vender eleva costos de producción, tira también para abajo el precio del producto final y desvaloriza activos del negocio, porque al fin al cabo, su negocio es vender vino y no guardarlo.

La preocupación de los productores ya fue varias veces expresada en este espacio. Ahora se suma la de los bodegueros. Ambos sectores en las próximas horas comenzarán a mirar hacia el gobierno provincial y nacional, que por ahora no dan respuestas a los reclamos del sector.

La llegada de la vendimia 2019 y las previsiones de las que hablamos, suman otro foco de conflicto. Los gobiernos no guardan en su ADN la capacidad de auxilio permanente a una actividad que creen exitosa y floreciente. Muchas veces cometen el error de diagnóstico de los novatos, creen que la vitivinicultura solo son los puntos Parker, las barricas francesas y Gualtallary. Y la verdad es que el Producto Bruto Social de la vitivinicultura mendocina abraca miles de productores, elaboradores, trabajadores, técnicos que están lejos de esa imagen y es allí donde pegan fuertes los desajustes como el que está sufriendo la industria.

En el sector algunos empiezan a imaginar algún operativo de compra de vino o mosto por parte del Estado. Pero será una dura pelea, ya que no parecen estar ni las condiciones políticas, ni macroeconómicas para encarar una acción de ese tipo con la magnitud que se necesitaría. Además, tampoco las condiciones internacionales ayudan, ni las económicas ni las de producción de nuestros competidores directos en el mercado de graneles, que también han tenido muy buenas cosechas.

Una crisis de magnitud impensada está golpeando en la puerta y con muchas ganas de entrar.

Valorar noticia

Otras Noticias