MendoTran: un cambio complicado

por Walter Gazzo

Director de MendoVoz

Paradas llenas de gente; manos tratando de detener a cualquier colectivo; caras preocupadas; miradas perdidas en un teléfono; micros repletos o completamente vacíos; sorprendentes choferes amables; típicos trabajadores del volante sin gestos; un mundo de veinte asientos.

El MendoTran empezó a funcionar el miércoles en el Gran Mendoza y todo es intriga, desconcierto, desconocimiento y falta de información.

Esto no nos tendría que haber sorprendido ya que desde hace tiempo se está anunciando este cambio en el sistema de transporte público de pasajeros de Mendoza. Sin embargo el momento llegó… y nos dejó sin respuestas.

Hay varias aristas para ver en todo esto: la primera y principal es el error del Gobierno provincial a la hora de comunicar el cambio. Lo que todos suponíamos que no fallaría, falló. No hubo (ni hay aún) cartelería indicativa; se apostó todo a la tecnología web y no sirvió; faltó información básica y necesaria en las paradas más concurridas; y se falló en un segmento de la población bastante vulnerable: los adultos mayores.

Pero no todo es culpa del Gobierno. Más de uno no se tomó la molestia de haber visto un día antes el recorrido de su casa hasta el trabajo (y viceversa) y, obviamente, se notó.

En mi caso personal, desde hace más de tres semanas se que el 533 era el colectivo que me llevaría a mi trabajo. Y cuando salí a esperarlo al lugar indicado, pasó. NO me resultó tan complicado.

¿Cómo se sentís cuando dormís con una almohada que no es la tuya? ¿Cómo almorzás cuando te sentás en otro lado de la mesa? ¿Cómo te va cuando te atás primero la zapatilla izquierda y no la derecha?

Estamos frente a un cambio cultural muy importante, mucho más que los cotidianos que nos pueden trastocar el día. No es sencillo. Y nos va a costar asimilarlo porque estamos hablando del transporte, necesidad básica.

Sin dudas que la medida de hacerlo gratuito durante una semana amortiguará un poco el golpe y el enojo por la desorientación…pero todos sabemos que nada es gratis en la vida.

Se vienen días de aceptar errores (de parte de todos) y de demostrar que el cambio realmente era necesario y que vale la pena. Si no es así, estaremos perdiendo otra hermosa oportunidad, además de mucho tiempo, que por estos días no es poca cosa.