Una mirada mendocina del Cosquín Rock 2019

martes, 12 de febrero de 2019 · 17:42

Por Laura Romboli

Especial para MendoVoz

El fin de semana pasado se realizó una nueva edición del festival más grande que tiene nuestro país desde la provincia de Córdoba y para todo el mundo. 

Tal vez sea uno de los momentos más intensos que nos ofrece la música y, por lo tanto, solo hay que vivirlo para después poder contarlo. Porque Cosquín Rock no es un festival más y en esta edición número diecinueve nos pudimos dar cuenta que el rock, el maldito rock, en nuestro país goza de muy buena salud que le da vida para mucho más.

Esa es la sensación que me dejó estar ahí. “Larga vida al rock” pensé cuando fui llegando al lugar y pude apreciar una ciudad vestida con banderas y colmada de gente de todo el país -y de otros países también- porque Cosquín Rock  ya es internacional. Como una cita de las que puede darse cinco minutos antes que termine el mundo, miles y miles de humanos caminando en procesión y con un acuerdo, claro que tácito, para disfrutar de dos días de puro rock .

El aeródromo de Santa María de Punilla fue está vez más utilizado, como un buen gesto para una celebración que se acerca a cumplir veinte años. Basta con recorrerlo para darnos cuenta que es más grande y que todo está en su lugar: stands, patios de comidas, juegos, escenarios  alternativos, gente y gente y más gente deambulando con el único objetivo de  llenar el alma con canciones . Y si hay más espacio, hay más música, y el rock no conoce ni  de fronteras y mucho menos de muros, entonces  escenarios como la Casita del Blues, el Hangar del Metal o  el escenario  del freestyle, trap, rap & hip hop, fueron anfitriones del talento de bandas que comienzan a despegar.

También, y  como “transformers” dispuestos a luchar, los dos gigantescos escenarios se imponían, enfrentados, en un reto. Es allí donde comenzaron, desde temprano, las bandas con el desafío de desplegar su música. Claro que la grilla tuvo todo que ver porque, este año, fue increíble. Tal vez eso impulsó a que nadie quisiera perdérselo. A decir de los organizadores, este fue uno de los más convocantes en años. El primer día 65.000 personas llegaron, mientras que el  domingo unas 60.000 completaron el record.

Guasones, NTVG, La Vela Puerca, Skay, Ciro, Las Pastillas del Abuelo y así enormes nombres en un line up que conformaba a todos los presentes. Y, como todo festival que se digne de eso,  ofreció artistas para descubrir y fueron muchos, dispuestos en cada escenario. De mi parte me traje la música de Louta para seguir viaje.

Para destacar el gran momento mendocino que estuvo a cargo de Usted Señálemelo, esta vez en escenario grande y Perras on The Beach (en el mismo escenario Sur).

Como un monstruo que no se sacía, esta edición trajo más novedades: una de ellas fue internacional al presentar el Cosquín Rock España, que se realizará allí el próximo abril.

En resumen este festival se ha convertido en el lugar y el momento donde podemos saber cómo está el rock por este lado del hemisferio sur y es justo ahí que nos muestra que vive, late y siente cada vez más.

Cosquín Rock  crece cada año, arriba el cielo  y hasta allí no va a parar

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