Informe vitivinícola: la política, ¿mete la cola?

viernes, 8 de febrero de 2019 · 07:00

Por Marcelo López

Especial para MendoVoz

 

La política provincial puede haber metido la cola cual diablillo en la cada vez más preocupante situación de la vitivinicultura.
En medio de semanas de tensión, donde hasta las entidades más prudentes comenzaron a expresar públicamente su preocupación, otra vez había empezado a asomar la esperanza pero los signos de incógnita vuelven a apoderarse.

En la semana que se inicia, los representantes de diversas entidades de la industria tienen agendadas varias reuniones con legisladores provinciales de todas las bancadas, para conversar sobre el proyecto motorizado por el Ministro Martín Kerchner para tomar endeudamiento de mil millones por año durante cuatro años para intentar una solución definitiva a la compleja situación del sector.

La mayoría de las entidades que se reunirán con los legisladores están más interesadas que en el monto, en las medidas que se podrán tomar si se dispone de esa masa de dinero. Hay una posición casi unánime de no aceptar operativos de compra de uva o vino que transforman al Estado en empresario vitivinícola y termina beneficiando amigos, sino que la idea es discutir invertir esos posibles fondos en políticas que promuevan competitividad en el mercado interno y externo y se comience a trabajar una vitivinicultura sustentable a futuro.

Pero la definición del candidato a gobernador prohijado por el actual mandatario y la casi seguridad de que habrá PASO en el oficialismo, abren un sin número de interrogantes sobre qué fuerza mantendrá el proyecto del Ministro de Economía y cómo reaccionarán los legisladores a un proyecto que significa tomar endeudamiento durante casi todo el próximo periodo de gobierno.

Mientras todos los interrogantes quedan sobre la mesa esperando respuestas, decíamos que hasta los más prudentes comienzan a plantear duramente su preocupación. Desde CONINAGRO despacharon un comunicado confirmando algo que ya hace semanas adelantamos en este espacio: “El productor independiente -dice el comunicado- no está encontrando establecimientos donde ubicar su uva. Esta labor es la de mayor peso relativo en los costos del ciclo productivo. Para un productor de uva tinta común, levantar la cosecha con asistencia crediticia pasa a representar el 28% de los costos de producción y, para uno de vino blanco, el 31% de los valores de producción”.

“Con el objetivo de que no quede finca sin cosechar, CONINAGRO propone un trabajo en conjunto público-privado para ayudar al productor pequeño y mediano. También para apoyar a las pequeñas bodegas. Una alternativa es impulsar métodos de asociativismo, defender a ese pequeño y mediano productor, para producir en escala y pueda defender el precio de su producto”.

“A esta preocupación -continúa- se suman diversos factores que amenazan con presionar el quebranto de las PyMEs vitivinícolas: El aumento de los costos de insumos valuados en dólares, la suba de las tarifas en los servicios (en especial la tarifa eléctrica), la gran presión tributaria, la reducción de los reintegros por exportaciones y el aumento de las retenciones, sumado a la caída del precio de la materia prima. Ante tamaño panorama, se deben constituir de manera urgente herramientas focalizadas en rescatar la agricultura de Mendoza”.

Desde ACOVI calculan que levantar la cosecha va a estar en $1,50 las uvas comunes y $2 los varietales, según una primera aproximación, aunque resta definir cuáles serán los valores reales de los fletes, que se verán seguramente afectados por el reciente aumento de combustible entre otros ítems.

Las discusiones que vienen no serán fáciles y menos si la política mete la cola.

  • Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor

 

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