Informe vitivinícola: El ambiente se pone espeso

viernes, 22 de marzo de 2019 · 07:00

Por Marcelo López

Especial para MendoVoz

Hace apenas una semana advertíamos que las luces se habían apagado, pero quedaban los fuegos artificiales por todo lo alto. Pero no solo eso, también dijimos que el clima interno de la industria está altamente inflamable.

Las reuniones se multiplican, y no son pocos los que empiezan a pensar que los órganos institucionales están muy centrados en la preocupante coyuntura, pero se debe empezar a pensar en la renovación del PEVI que -como explicamos aquí alguna vez- encuentra una vitivinicultura totalmente distinta a la de los años en que se diseñó este primer plan estratégico.

La realidad de la cosecha agobia, las versiones de bodegas que apuran a los productores con dejarles la uva en la finca se multiplican y el operativo de compra del Gobierno no aparece como un gran éxito ni como solución, porque el problema está apareciendo reiteradamente en las uvas de alta calidad.

Y este problema es el sobrante de vino y, si bien desde el Gobierno prometen ciertas posibilidades de rondas de negocios en Mendoza, la información que circula de posibles ventas en los próximos meses por 300 millones de litros de granel, parece demasiado optimista en un mercado muy competitivo que preanuncia buenas cosechas europeas y con una macroeconomía argentina desquiciada que perdió todos los precios de referencia.

Otro nubarrón aparece en el horizonte; la cosecha entra en sus semanas de máxima expresión y del acuerdo Mendoza-San Juan para los porcentajes destinados a la elaboración de mosto ni noticias. Celos políticos, desavenencias empresariales y productivas patean la pelota. Lo cierto es que varias bodegas y productores ya están advirtiendo que solo van a mandar a elaboración el 20% que marca la ley, incrementando entonces la elaboración de vino en un momento en que precisamente es lo que sobra.

Pero lo que estuvo esta semana al tope de los chimentos y quemó las tortitas de los cafés vitivinícolas fue el conflicto entre el Instituto Nacional de Vitivinicultura y la Unión Vitivinícola Argentina que hasta motivó una carta documento del primero dirigida a la UVA. El insólito conflicto nació por una nota en el suplemento Fincas del Diario Los Andes. Allí, firmada por la Comisión Técnica de la UVA, se publicó una columna de opinión con conceptos muy duros hacia el funcionamiento del Instituto regulador al cual básicamente acusan de haberse quedado en el tiempo y ser manejado con discrecionalidad por el funcionario a cargo de turno. Sin embargo, lo que más molesto en el edificio de la calle San Martín y Peltier fue una palabra que aparece entre paréntesis en el texto: coimas.

La verdad es que el texto de la comisión técnica no dice nada de lo que no se hable en el mundo del vino respecto a la burocracia y el aroma a viejo de muchas normas de las que regulan el mundo productivo, pero también es cierto que a veces las formas molestan más que el contenido.

El debate promete ser intenso y habrá que ver si el INV rompe el bajísimo perfil mediático de esta gestión para subirse al ring a contestar algo de lo que todo el mundo habla en los corrillos y que ahora una de las instituciones se animó a poner por escrito.

 

Otras Noticias