Informe vitivinícola: Al borde de la condena
Por Marcelo López
Con el resultado de las PASO sobre la mesa, los distintos actores de la vitivinicultura mendocina aguardan expectantes que los candidatos ungidos comiencen a brindar definiciones sobre sus ideas o proyectos para la industria madre. No solo sobre cómo planean enfrentar la situación desde su posible lugar de gobernador, sino cuál será la posición que adoptarán ante acontecimientos trascendentes para las economías regionales como el Acuerdo Mercosur-Unión Europea.
La decisión de avanzar rápidamente por parte del Gobierno Nacional aumenta la tensión político-institucional dentro de la industria. Anoche, en Bodegas López, se realizó la Asamblea de Bodegas de Argentina y la renovación de sus autoridades, pero horas antes de terminar su mandato, el presidente saliente Walter Brescia dejó en claro que la entidad apoya sin mayores objeciones el acuerdo entre los dos bloques político-económicos.
El resto de la industria -como ya explicamos- no está en contra del acuerdo, pero plantea tomar los recaudos necesarios para aplicarlo con gradualidad y con controles necesarios para evitar maniobras que podrían perjudicar seriamente a los productores argentinos.
La próxima semana está prevista una reunión de la CoViAr con el gobernador de San Juan y para la última semana de este mes hay convocada una reunión de una comisión técnica con miembros del Gobierno Nacional, de algunas provincias y de los distintos sectores de la industria.
Desde la CoViAr fundamentalmente lo que proponen es estudiar en profundidad los términos, tiempos y números del acuerdo que ratifican, a quien quiera escucharlos, que de hacerse a las apuradas sería de una gravedad inusitada para la industria.
Además, advierten desde la entidad que de concretarse, tendrá implicancias en los flujos comerciales de productos vitivinícolas entre ambos bloques económicos y resulta más que importante cuantificar el impacto en precios y costos que puede producirse y abren una incógnita sobre los efectos que existirían en el comercio intra-Mercosur, atento a que actualmente existe comercio principalmente desde Argentina hacia Brasil. De manera que también es necesario evaluar los cambios que se pueden producir dentro del bloque.
Otro dato que advierten es la inequidad de la relación entre los dos principales socios del Mercosur con Europa en el rubro vitivinícola. Mientras Argentina exporta U$S220 millones, Brasil importa U$S176 millones, con el agravante que de los U$S220 millones que exportamos, 108 fueron al Reino Unido quien quedaría fuera del acuerdo por su salida de la Comunidad.
La otra luz de alarma es, sin dudas, el nivel de subsidios a la producción vitivinícola de la Comunidad ya que entre Francia, España e Italia recibieron en 2018, ochocientos noventa y tres millones de Euros, un número que hace que ni la vitivinicultura argentina, ni casi ninguna otra en el mundo, pueda ser competitiva frente a esos monstruos.
Se vienen días de mucha polémica y de mucha política, donde el futuro de la industria madre de la provincia puede o ver la luz o quedar condenada por largo tiempo.
