Mismo día, dos espacios, dos actos, una realidad

viernes, 13 de septiembre de 2019 · 07:00

Por Marcelo López

El martes en la mañana mientras en la CoViAr el Observatorio Vitivinícola presentaba un nuevo informe, en los salones del hotel Sheraton se realizaba la ronda inversa de negocios con importadores de vinos a granel de los principales países compradores que en dos días se reunieron con casi 100 bodegas argentinas.

Parecerían ser dos acontecimientos de raíz distinta, pero se unen indisolublemente en un punto; la crisis de la industria quedó claramente en evidencia.

El informe que presento el titular del Observatorio, Daniel Rada, tuvo la claridad conceptual y de datos que siempre aporta; las conclusiones quedan para quienes estuvieron en la presentación o lo leen atentamente.

Se destacan datos ampliamente conocidos: la caída del consumo -no solo a nivel nacional sino también mundial-, la directa incidencia entre los crecimientos económicos de los países consumidores y los movimientos de precios con el consumo de vinos y como el aumento de los precios del vino beneficia directamente a las bebidas sustitutas.

De lo expuesto en el informe hay algunos datos que preocupan mirando los mercados en los cuales Argentina puede tallar, los precios de los competidores (España, Chile, Sudáfrica) se mantienen en el tiempo incluso con una tendencia a la baja mientras que Argentina apenas puede mantenerlos con tendencia al alza. El problema no surge solamente por los acuerdos de libre comercio, sino que la volatilidad cambiaría, los costos que no dejan de subir, tasas de financiamiento estratosféricas y una macro que se mueve como en una montaña rusa, son obstáculos insalvables para nuestra industria, pero además se suman complicaciones mundiales que agregan solo problemas.

Algunos ejemplos, la tendencia mencionada a la estabilidad o incluso a la baja de nuestros competidores, el crecimiento menor a los esperado de la economía china (en lo que va de 2019 cerraron 2000 importadores) y su crecimiento en la elaboración de vinos propios, las interminables guerras comerciales de Estados Unidos contra quien cuadre o el Brexit y sus consecuencias en la economía europea.

A propósito de la Unión Europea, un dato se filtro en las últimas horas de estudios serios dentro del sector: Argentina vende unos 85 millones de litros a Europa con Reino Unido; sin este la cifra baja a 40 millones. El acuerdo tan meneado y presentado como panacea de arancel 0 con el bloque europeo agregaría con mucha furia un millón o un millón y medio de litros más. Parece insignificante comparado con la alaraca sobre el acuerdo que se hizo en los últimos tiempos.

Del nuevo informe del Observatorio de la CoViAr también surge un dato interesante respecto al consumo y como se pierde la guerra con los sustitutos, cada punto de aumento en el precio del vino significa un 0,6 % de crecimiento en el consumo de sustitutos como la cerveza.

Si algo faltaba para pintar el panorama de preocupaciones fue la ronda inversa de vino a granel. La organización de Pro Mendoza fue un éxito en convocatoria de importadores y de bodegas, pero los bodegueros salieron muy preocupados a la hora de hablar de precios.  Las ofertas de los importadores no superan los 18 centavos de dólar por litro para los tintos genéricos y entre 40 y 45 centavos de dólar para un varietal como el Malbec de calidad. El problema no es ahora es la próxima cosecha porque como bien advierte el Observatorio la tendencia de precios es estable o a la baja por lo que no habrá posibilidad de -por ejemplo- mejorar el precio de la uva la próxima cosecha. El valor de 18 centavos de dólar da para salir derecho con un genérico elaborado a partir de 80 por ciento de bonarda comprada a $5 con un 20 por ciento de criolla a $3,50 aproximadamente. Conclusión, con esos precios la próxima cosecha solo termina en un problema social y de mercado de una envergadura inimaginable.

Hay un año para trabajar, ojala la próxima vendimia no nos vuelva a encontrar a la intemperie.

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