Panorama Vitivinícola: La oportunidad de entender y sumarse a los cambios

viernes, 16 de octubre de 2020 · 07:33

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

Con la pandemia que no cesa y suma alguna preocupación en lo que viene por cómo puede complicar los procesos de cosecha y elaboración, pero con moderado optimismo por las posibilidades que se abren a partir de la consolidación de la tendencia de crecimiento del consumo tanto interno como externo, va transcurriendo la vida de vitivinícola.

No es menor lo que pasó ayer cuando en una amplia reunión de Zoom se presentó el primer esquema de la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola hacia el 2030 del cual hablaremos en próximas columnas. La industria avanza y el contexto parece propicio para trabajar fuertemente en el futuro teniendo en cuenta que hace mucho tiempo que la industria no registraba un escenario de aumento de consumo y expectativas para aumentar las exportaciones.

Además del aumento de los reintegros para las exportaciones ya anunciado, que motivó reacciones de beneplácito que ya marcamos, está al caer el anuncio en conjunto del sector con el Gobierno nacional del Plan Mil. Una hoja de ruta para marcar el camino y llegar a los 1.000 millones de dólares en exportaciones del sector en los próximos años.

En este contexto también toma importancia la nueva era del INV que genera algunas rispideces porque no todos ven con buenos ojos que el Instituto recupere el territorio que había perdido en los últimos años en involucrarse en los temas políticos, institucionales y de mercado, además, de su acción fundamental técnica y control.

Es un modelo absolutamente diferente del de los últimos cuatro años. No es ni mejor ni peor, son modelos distintos que tienen sus cosas buenas y malas cada uno.

Martín Hinojosa se ha transformado un poco en el delegado del ministro de Agricultura, Luis Basterra, en la región y lleva la articulación del sector que se sabe que está en una interna importante.

En diálogo con este cronista valoró el rol más activo del Instituto y destacó los datos alentadores que no es solo el consumo sino también el crecimiento, por ejemplo, de empresas exportadoras que en los últimos nueve meses sumaron 83 nuevas firmas que enviaron vino al exterior.

Quizás uno de los desafíos más importante del INV, al igual que para la industria, es ser dinámico ante los nuevos requerimientos del mercado. Algo que ya la gestión anterior había comenzado. Como dice Hinojosa, lo que está mal es no intentar generar los productos que hoy pide el mercado como nuevos envases, vinos de menor graduación alcohólica o hasta vinos sin alcohol, segmento en el que ya incursionaron competidores directos de la Argentina como Chile y Australia.

A propósito de nuevos envases para consolidar el mercado interno y bajar costos, la Cervecera Quilmes, que como se sabe desembarcó en la vitivinicultura, hará en los próximos seis meses una prueba piloto en unos 700 comercios de Córdoba con PingVino, un envase de 750cm3 de vidrio con tapa rosca y retornable.

El consumidor cambia, los tiempos cambian y la industria está ante una oportunidad única de adaptarse para consolidar su vuelta a la mesa de los argentinos y el mundo.

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