Panorama vitivinícola: Una grieta que no cierra

viernes, 2 de octubre de 2020 · 07:39

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

La grieta no cierra. A pesar de la reiteración de buenos números para los despachos internos y la exportación el distanciamiento se hace cada vez más evidente entre los dos sectores en los cuales parece dividida la vitivinicultura argentina.

Al informe del INV y la satisfacción de una parte de las entidades por la continuidad de los buenos números (aunque decir verdad mucho más moderados en agosto), Bodegas de Argentina contestó con una nueva entrega del informe trimestral de su Centro de Estudios donde reafirma que a pesar de los mayores volúmenes continúa la caída de la facturación para la industria. La presentación del informe reafirma esa situación, pero a quienes los leen en profundidad, conocen algo de la interna pasada y presente de la actividad y tienen acceso a balances y actas de directorio con los repartos de utilidades entre los accionistas les quedan más dudas que certezas.

Lo cierto es que ante estos acontecimientos la grieta inevitablemente se agranda y desde los sectores relacionados a los productores muestran su descontento y adjudican todo a maniobras reiteradas para tirar abajo el precio de la uva y los vinos. “Se financian con nosotros. Si tuvieran que producir la uva que nos compran les sería inviable su negocio. Quizás sea cierto que les baje la facturación porque baja el precio promedio de la caja al crecer el consumo de los vinos básicos y entry level, pero lo que no les baja son las ganancias”, afirmó en un audio de whatsapp un productor pequeño bodeguero que, además, vende a una de las grandes que denuncia la pérdida de facturación.

Mientras los costos de los productores para producir las uvas siguen en ascenso y no es compensado con el aumento de precios que se dio y se vislumbra para la próxima cosecha y que es uno de los temas de conflicto.

El informe de costos del Observatorio Vitivinícola de Acovi detalla que en el caso del productor de vino tinto debería recibir $21,80 por litro o bien lograr un rendimiento por hectárea de 264 quintales para alcanzar el equilibrio. En cuanto al productor de vino blanco genérico el precio de equilibrio se estima en $17,16 por litro o un rendimiento de 284 quintales por hectárea.

Según datos del INV, en la cosecha 2020 los rendimientos han resultado muy inferiores a los estimados por el Observatorio como necesarios para alcanzar el equilibrio a los precios actuales. Para ilustrar lo planteado, se puede mencionar el caso de la variedad Bonarda con un rendimiento de 117 quintales por hectárea o bien de la uva Pedro Giménez que tuvo un rendimiento de 96 quintales por hectárea en 2020. A su vez, estos valores representan una disminución respecto al rendimiento alcanzado en 2019.

La complejidad de la situación es notable y -así las cosas- las internas, las reuniones aisladas mirando de reojo lo que hace el otro o creer que generar expectativas de la mano de medios o amigos es la solución definitivamente no parece el camino correcto. 
 

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