Panorama vitivinícola: Las peleas no son solución a la crisis

viernes, 28 de febrero de 2020 · 00:22

por Marcelo López especial para MendoVoz

A una semana de la fiesta mayor de los mendocinos, el revuelo de la industria vitivinícola sigue en pie y acaparando la atención.

Los contactos entre "ambas orillas del Río Bravo" prácticamente no existen, aunque no dejan de mandarse señales a través de terceros y hacen cuentas de quién confirma la presencia a qué evento de los centrales de la polémica: el desayuno de la COVIAR en el Hyatt o el agasajo de Bodegas de Argentina en la premiada Trapiche, en Maipú. En el equilibrio que tratan de mantener las autoridades y muchos proveedores e integrantes de la industria es muy probable que se vean varias caras repetidas, y algunos apuestan incluso a que de ambos eventos salgan algunas señales para reencauzar la relación.

Es difícil, pero el momento que atraviesa la industria requiere dejar de lado algunas posiciones terminantes. Sin embargo, la realidad marca que el disgusto crece día a día. 

Desde el sector productivo hay mucho enojo con las bodegas que -como comentamos la semana pasada- comenzaron a enviar nuevas listas de precios con aumentos que van desde el 20% al 50%. 

“Pareciera que quieren vender menos en vez de más vino”, comentó algo ofuscado un productor del Valle de Uco, blandiendo en su whatsapp los precios que le ofrecían por la uva, similares a los del año pasado.

La diferencia entre la imagen de industria exitosa y llena de glamour, y la realidad de miles de productores y pequeñas empresas del sector es cada vez más contrastante. Hasta la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) emitió esta semana un comunicado sobre la preocupante situación del sector.

La entidad nacional asegura que la vitivinicultura “sufre un proceso de concentración que atenta contra la producción primaria”, con la mayoría de los productores en una situación de “quebranto generalizado”.

Subraya además que, “desde hace años, el sector vitivinícola sufre un proceso de concentración que atenta contra la producción primaria. El mercado se reparte en pocas manos, y los pequeños y medianos productores no solo no tienen rentabilidad, sino que además no llegan a cubrir sus costos con lo que perciben por la venta de sus uvas”. Y destaca que, “a días de comenzar la vendimia, las entidades de productores vitivinícolas pymes adheridas a la CAME, de las provincias de Salta, La Rioja, Mendoza y San Juan, sufren una situación de quebranto generalizado, con abusos en la formación de precios y hasta en la forma de pago”.

La entidad también marca entre los ítems de preocupación el valor de la energía. Y vaya si lo sabrán los productores mendocinos. El miércoles, en la audiencia pública del EPRE para la fijación de la nueva tarifa eléctrica, el gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), Nicolás Vicchi, planteó con números concretos que la tarifa que abonan hoy -a pesar de los subsidios- ya es inviable para la producción.

Los trabajos del observatorio de la Acovi vienen marcando desde hace meses cómo se profundiza la situación de pérdida de los viñateros a quienes su producción ya no le alcanza para cubrir los costos, con el riesgo de que el abandono del cuidado de las vides se transforme en una crisis terminal para el enorme conglomerado de pequeños y medianos productores, que son la base de sustentación de la industria.

En medio de esto llega la Vendimia y hay solo una certeza: la pelea de sectores no será de ninguna manera la solución de la crisis.

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